Pero qué maravillosa noticia esto de que el Congreso de Oaxaca aprobara la declaratoria de la tlayuda y el quesillo como bienes gastronómicos patrimoniales del estado.
¡Más que merecido! ¿A poco no?
¿Quién no ha probado una tlayuda o probado el quesillo?
Resulta que la declaratoria se da en reconocimiento a la importancia cultural y gastronómica de estos dos platillos, que son emblemáticos de la cocina oaxaqueña.
La tlayuda es una tortilla de maíz gruesa y crujiente, que se elabora con masa de maíz nixtamalizado y se cocina en un comal. Se suele servir con una variedad de ingredientes, como frijoles, tasajo, cecina, chorizo, quesillo, nopales, lechuga, rábanos y salsa.
El quesillo es un queso fresco elaborado con leche de vaca. También se puede utilizar en otros platillos, como las enchiladas y los tacos.
La declaratoria de la tlayuda y el quesillo como bienes gastronómicos patrimoniales de Oaxaca tiene como objetivo proteger y promover estos platillos, que son parte del patrimonio cultural del estado.
La declaratoria también busca impulsar el turismo gastronómico en Oaxaca, ya que ambos son platillos que atraen a visitantes de todo el mundo.
El diputado Sesul Bolaños, quien presentó el dictamen de la declaratoria, destacó que la tlayuda y el quesillo son «dos platillos que representan la identidad culinaria de Oaxaca».
«La tlayuda es un platillo tradicional que se ha consumido desde tiempos prehispánicos», dijo Bolaños. «El quesillo, por su parte, es un queso fresco que se elabora con leche de vaca y que se utiliza en una gran variedad de platillos oaxaqueños”, añadió.
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