El Zócalo capitalino se convirtió en una cancha del juego de pelota prehispánico, conocido en nahuatl como Tlachtli, que es considerado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México.
El gobierno de la CDMX organizó la demostración junto a la compañía Mictlantecuhtli Juego de Pelota Prehispánico, con motivo de la conmemoración de los 500 años de Resistencia Indígena.
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Así ocurrió el juego de pelota prehispánico
La pista fue instalada en la plancha del Zócalo que consistió en un muro pintado con la figura de la Serpiente Emplumada o Quetzalcóatl, una de las mayores deidades de los mexicas, con un aro a través del que los competidores tienen que introducir la pelota.
El objetivo de la representación es dar a “conocer los valores que perpetúan esta herencia cultural como la cohesión social comunitaria, sus rituales, reglas y puntuación, así como las diversas dinámicas de este espectacular juego”, informó el Gobierno capitalino en un comunicado.
Los dioses de la mitología mexica se dieron cita la noche del pasado 28 de agosto en el #ZócaloCDMX para ofrecer una representación del Juego de Pelota Prehispánico Mexica “Tlachtli”, declarado #PatrimonioCultural Intangible de la #CDMX.
— Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (@CulturaCiudadMx) August 30, 2021
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¿Qué es el juego de pelota prehispánico?
En cuanto a su historia, el juego de pelota prehispánico tiene una variedad de nombres como: “Ullamaliztli” en azteca, y “Pok-Ta-Pok” en maya.
El objetivo de este juego de pelota prehispánico era el mismo: meter una pelota hecha de hule, que pesa de 3 a 4 kilos, en un aro de piedra colocado a aproximadamente 5 metros de altura, en una cancha llamada taste, manteniendo el “esférico” todo el tiempo en el aire, pues si caía era una “mala señal”.
La pelota en movimiento representa la trayectoria del Sol y la Luna. Los jugadores la lanzaban de un lado a otro entre los equipos, conformados de 2 a 4 integrantes, usando solo sus caderas y sus glúteos; no se permitía usar pies ni manos.
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Si el jugador lograba meter la pelota por un anillo en el lado del equipo contrario, eso suponía una victoria automática.