El paliacate es una de las prendas que siguen usándose para el día a día de las personas y que a lo largo de los años forma parte de la indumentaria folclórica, pero ¿cuál es su origen?
Según los expertos, hay dos teorías sobre el origen de la palabra paliacate. La primera señala que proviene del español «pal» (síncope o reducción de “para él”) y del náhuatl «yacatl» (nariz).
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Por otra parte, están los partidarios que atribuyen el origen de esta palabra a la región de Paliacate, pueblo en la India donde se producían estos pañuelos.
¿Cómo llegó a México el paliacate?
El pañuelo tiene como origen desde la época del virreinato, cuando México y Filipinas estuvieron bajo un mismo gobierno, lo que creó una ruta comercial con un intenso intercambio cultural.
De esta manera México heredó objetos como la seda, cerámicas y el paliacate. A cambio nosotros les regalamos el zapote, los tamales y la Virgen de Guadalupe.
El paliacate es generalmente conocido como Cachemira, en honor a la región de Pakistán, sin embargo, su verdadero nombre es boteh y es de origen persa.
Los expertos indican que el boteh es una forma estilizada de representar el ciprés, un árbol que en la antigua religión zoroastriana era símbolo de vida y eternidad.
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Desde entonces fue como se convirtió en un elemento decorativo de alfombras, ropas y todo tipo de textiles que muy pronto llegó a la India.
El paliacate también ha sido parte importante para limpiarse el sudor durante las jornadas de trabajo, así como un pañuelo para taparse la nariz, un recuerdo de las novias y símbolo de elegancia de los caballeros. También ha sido símbolo de resistencia, etc.