La Puerta del Infierno está en la Tierra. Y sigue creciendo. Y quien lo informó es nada menos que una doctora en Ciencias Físicas y meteoróloga —y budista—, Mar Gómez.
La científica informó en su cuenta de Twitter que la Puerta del Infierno es el Cráter de Batagaika, situado en Siberia; “es una estructura geológica que comenzó a crearse en los años 60 y sigue creciendo año tras año. Los científicos confirman que es imposible que se cierre de forma natural”. ¿Pero de qué habla?
Al Cráter de Batagaika, situado en Siberia, se le conoce como la “Puerta del Infierno”.Es una estructura geológica que comenzó a crearse en los años 60 y sigue creciendo año tras año.Los científicos confirman que es imposible que se cierre de forma natural.(📸Federal University) pic.twitter.com/DoNYtYBfMe
— Mar Gómez (@MarGomezH) August 14, 2020
El inicio del mal
En 1960, de acuerdo con la también presentadora del tiempo y colaboradora en medios de comunicación como Telecinco y Telemadrid, se presentó una gran tala del bosque Batagaika. “Esta rápida deforestación implicó que en los meses de verano el terreno dejó de estar protegido por la sombra de los árboles, haciendo que se hundiera”.
Este proceso de erosión natural ha provocado el aumento de la temperatura y ha derretido el permafrost (capa de suelo permanentemente congelado). En 2008, continuó Mar Gómez, hubo enormes inundaciones en la zona que aumentaron el tamaño del cráter.
En la actualidad, la Puerta del Infierno mide 1 kilómetro de largo, 800 metros de ancho y hasta 100 metros de profundidad, explicó Gómez.
Otros científicos temen al infierno
La doctora Gómez no es la única interesada en estos fenómenos de cambios térmicos y la tala. El científico Frank Gunther y varios colegas suyos del Instituto Alfred Wegener en Potsdam, Alemania, han monitoreado por satélite el cráter durante una década. Y los resultados los preocuparon: la pared del cráter ha crecido 10 metros por año en ese periodo.
¿Qué hace importante a este sitio y los cambios que está experimentando? Para la comunidad científica, mucho. El cráter de Batagaika es “una ventana única al pasado, pues en esa falla se encuentra un registro detallado de 200 mil años de historia del clima de la Tierra», destacó Frank Gunther.
Y no sólo de Rusia. Si se hunde más o colapsa, podría perderse una gran beta de información sobre nuestro planeta.