Alrededor del origen del viernes 13 rondan muchas leyendas. No obstante, una historia no invalida a la otra, sino que, al acumularse a lo largo de los años ciertos acontecimientos negativos, se la ha condenado a este día en cualquier año, como el día de la mala suerte.
Todo comenzó desde la religión católica, ya que dentro del Triduo Pascual de Semana Santa —así es como se le denomina a los tres días santos en los que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo— se encuentra el viernes, el día más trágico por ser el día en el que fue crucificado Jesús.
A ello, también se suma que dentro de las trágicas historias de La Inquisición, se cuenta que un viernes 13 de octubre de 1307, los caballeros templarios, una de las órdenes militares cristianas más poderosas, fueron capturados y torturados a causa de una traición a la religión.
Ellos fueron acusados por herejía, sodomía y hasta por orinar en la cruz. Esta historia es descalificada por muchos, ya que los templarios fueron arrestados el viernes 13; sin embargo, fueron asesinados el 18 de marzo de 1314. Muchos de ellos lograron huir del castigo, pero nunca se han revelado los secretos que sacaron del lugar.
Otro origen del viernes 13
Aunque esos han sido los acontecimientos más antiguos y por los cuales se le ha atribuido al viernes 13 como un día de la mala suerte, hay una serie de acontecimientos como el incendio más enorme que ha azotado las tierras en Australia en uno de esos días en 1939.
A diferencia del martes 13, este día está relacionado con la violencia, sangre y destrucción que está asociado con el planeta rojo.