Una parada obligada durante tu visita a Bélgica sin duda es Brujas, el destino de ensueño que bien le viene el dicho: de la vista nace el amor y es que su arquitectura que aún guarda un estilo medieval, más sus calles adoquinadas y canales serpenteantes que recorren cada rincón de la ciudad, terminan por enloquecer a cualquier romántico.
Precisamente por la navegación mediante estos trechos de agua que guían hacia los puntos más turísticos o inusuales para el visitante, Brujas adquiere el título de la Venecia del Norte, donde hay que realizar paseos en botes para descubrir el esplendor de este hermoso lugar europeo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Este nombramiento se lo ganó por conservar el mejor casco urbano medieval; allí se encuentra el campanario Belfort, de 83 metros de altura, desde donde se obtienen las mejores vistas de Brujas.
Pero para disfrutar su esencia, hay que hacer algunos recorridos a pie para visitar la Grote Markt, que es el corazón de la ciudad, justo a lado hay impresionantes construcciones coloridas.
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Tour de dos días por Brujas
Si bien Brujas se puede explorar a lo largo de un día —por tratarse de una ciudad muy pequeña—, hay que darse la oportunidad de pernoctar en este sitio, para descubrir la magia que desprende por las noches, cuando sus edificios se iluminan y el tour por sus canales son aún más románticos.
Para que captures estas imágenes, tienes que acudir al Muelle del Rosario o Rozenhoedkaai.
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Lánzate a la Plaza de Burg, donde se halla el edificio Stadhuis, que es el ayuntamiento de Brujas, una construcción que data del siglo XIV, para convertirse en la más antigua de los Países Bajos.
Otro punto esencial es la Iglesia de Our Lady, donde se puede admirar La Virgen con el Niño, un cuadro de Miguel Ángel.
Como buenos belgas, las fábricas de cerveza en Brujas ofrecen catas y visitas interactivas por sus instalaciones; experiencia que puedes complementar con algún tour de chocolate, uno de los postres gourmet más clásicos en la ciudad patrimonio.
Así que no te vayas a perder de su Choco-Story Museum, donde conoces la historia del cacao.