Lituania tiene muchas cosas que presumir al mundo pero tener el Árbol de Navidad más hermoso de Europa no es cosa fácil y este año su capital (Vilna) volvió a demostrar por qué se ha ganado ese distintivo.
Vilna es la capital de Lituania y se ubica a 30 kilómetros de la frontera con Bielorrusia y cuenta con poco más de 554 mil habitantes. Esta ciudad ha cautivado al turismo durante décadas, principalmente por su casco antiguo barroco que fue declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Te podría interesar: Hoteles OYO lanza concurso para viajar por el mundo
El árbol de navidad es obra del artista Dominykas Koncevičius, y está conformada por una estructura en forma cónica de 24 metros de altura, rodeada por 6 mil ramas que están decoradas con casi cuatro kilómetros de luces navideñas que cambian de color, así como 800 adornos en color plata y 150 metros cuadrados de espejos.
Esta obra surrealista es considerada ecológica, algo esencial en la identidad de la capital de Lituania, ya que las luces que adornan a este árbol se iluminan gracias a electricidad generada por procesos antiguos como posos de café.
Te podría interesar: Mil Islas: un paradisíaco destino, poco explorado en Oaxaca
De acuerdo con el departamento de Turismo de Lituana, «Este año, el árbol de Navidad de la ciudad se transforma en algo surrealista e impredecible, reflejando un año muy inusual».
«La instalación de vanguardia es doble: la ubicación especial de las estructuras metálicas crea varias áreas adornadas con espejos, mientras que el interior está hecho para lucir acogedor, hogareño e íntimo, con un árbol de navidad vivo decorado con piñas y farolillos», añadió.
Te podría interesar: Observa los paisajes más de Ciudad Victoria, Tamaulipas en El Mirador Alta Cumbre
Por su parte, el autor de esta obra, Dominykas Koncevičius, aseguró que durante mucho tiempo tuvo en mente plasmar este concepto, únicamente esperó el momento adecuado para llevarlo a cabo.
«Este año ha estado marcado por profundas transformaciones en muchas áreas de la vida, lo que me ha hecho recordar el estilo surrealista que surgió hace 100 años. Me influypo y sentí la necesidad de cambiar la forma tradicional de un árbol de navidad, transformándolo en algo impredecible, moderno y auténtico. El árbol mutó y ‘traspasó sus fronteras’, un concepto que refleja la realidad del mundo moderno», señaló.
