Alrededor del mundo existen experiencias o modas muy peculiares y un tanto raras como adoptar una alpaca en una reunión de zoom o bien acariciar vacas (Koe knuffelen), algo que se ha vuelto tendencia en Países Bajos.
Koe Knuffelen (acariciar vacas) es la nueva tendencia de Países Bajos que causa sensación en las granjas del noreste del país de lo tulipanes y que se ha expandido por Europa y Estados Unidos.
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La iniciativa Koe Knuffelen tiene como objetivo crear un ambiente de perfecta armonía e interacción entre seres humanos y animales, con el fin de crear conciencia sobre la importancia de ellos.
En la cultura hindú, la vaca simboliza a la Madre Tierra, mientras que su leche es sinónimo de calma y paz para la practica de la meditación. Para la ciencia occidental, la vaca es un animal cuya temperatura corporal es mayor que la de los seres humanos pero el promedio de su ritmo cardiaco se traduce en menos latidos por minuto.
Acariciar una vaca tiene múltiples beneficios y muchos son desconocidos por la sociedad: interactuar con estos bovinos no solo permite crear consciencia con la naturaleza, también ayuda a la relajación gracias a la liberación de altas cantidades de oxitocina, glándula relacionada con las capacidades sociales.
El proyecto Koe knufflene se lleva a cabo en la finca Noord Empe, donde se realizan visitas para grupos de mínimo 4 personas que van de los 25 a 75 euros por persona.
La experiencia inicia con una taza de té caliente y pasta. Posteriormente hay que calzarse las botas y ponerse el moño, aditamentos que no pueden faltar para comenzar la aventura.
Según las condiciones climáticas, se vista a las vacas en los pastos o establos, donde dan una breve explicación de cómo surgió el proyecto, así como la forma de comunicarse con la vaca y poder entenderla mejor con base en los sonidos que emite.
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Posteriormente, llega el momento de acariciar a una de sus vacas y convivir con este animal de más de 700 kilos. Lo recomendable es acariciarlas cuando encogen las orejas y las inclinan hacia atrás, ya que según un estudio realizado en 2007 por la revista Applied Animal Behavior Science, la vaca entra en un estado de relajación profunda, lo que garantiza una conexión profunda.