Hay una opción perfecta para que los amantes del clima gélido lo disfruten a tope: Yakutsk, una ciudad de Rusia donde se registran las más bajas temperaturas del mundo durante el invierno.
Yakutsk se encuentra en Siberia oriental y forma parte de la república rusa de Sajá-Yakutia, a 400 kilómetros del Círculo Polar Ártico, donde durante enero se promedia una temperatura de -38.6 °C, según el diario británico The Guardian.
Esta ciudad llegó a promediar ni más ni menos que 64.4 grados bajo cero en el año 1891, la más baja registrada en esa zona.
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La inclemente Yakutsk
Para sobrevivir a las inclemencias climáticas, las casas donde habitan los más de 200 mil pobladores de Yakutsk no se construyen directamente sobre el suelo congelado, sino sobre pilotes de concreto, sostenidos por cimientos de 15 metros de profundidad. Así como las casas, su sistema de drenaje y agua se encuentran por encima del suelo.
Sin embargo, no todo el tiempo hace frío extremo. En contraste, durante el verano se alcanzan temperaturas de hasta 30 °C. Durante esta época del año el Sol permanece resplandeciente durante 20 horas al día, ocasionando inundaciones a causa del derretimiento de sus hielos.
De acuerdo con el sitio Slate, no es recomendable usar anteojos de vidrio y metal en exteriores, pues este material se congela y se adhiere al rostro, por lo que retirarlos es una tarea bastante compleja y dolorosa.
Debido a las bajas temperaturas de Yakutsk es raro que las personas pasen pronunciados lapsos en el exterior de sus casas. Hacerlo por más de 10 minutos causaría fatiga, dolor en el rostro y dedos. Las personas que habitan el lugar pueden aguantar hasta cerca de 20 minutos en la intemperie.
De hecho, un periodista del sitio de internet Wired.com visitó esta ciudad para comprobar cuál era la mejor forma de hace frente al inmenso frío y salió a las calles vestido con ropas de tela muy gruesa, únicamente pudo aguantar 13 minutos fuera antes de sentir un dolor severo en el cuerpo.
El periodista contó que el primer lugar donde sintió un dolor punzante fue su rostro, posteriormente se le adormeció. Esto es sumamente peligroso, pues significa que el flujo de la sangre a la piel se ha detenido.
La indumentaria ideal para aguantar las bajas temperaturas de Yakutsk es la ropa de piel, así como botas de reno, sombrero de rata almizclera y abrigos de zorro. Sin embargo, adquirir este tipo de prendas es sumamente costoso, debido a que las simples botas pueden costar cerca de 600 dólares, además de que hacerlo pone en riesgo a estas especies.
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Por otra parte, las personas que cuentan con automóvil propio, deben estacionarlos en garages con calefacción y colocar una manta alrededor de la batería. Viajar en coche en esta ciudad implica dejar encendido el motor todo el día, lo cual repercute en gastos de gasolina y aumento de la contaminación.
De acuerdo con el portal The Siberian Times, las clases se suspenden para niños de siete a 11 años si la temperatura es de -45 °C sin viento, o de -42 a -44 °C, dependiendo del viento. Los alumnos mayores dejan de asistir a la escuela si la temperatura alcanza los -48 °C sin viento, o si oscila entre los -45 y -47 °C con viento.
Asimismo, la alimentación en Yakutsk debe ser alta en proteínas, razón por la cual su gastronomía está basada en carne de caballo o reno. Durante el invierno, los pobladores suelen hacer perforaciones en la superficie de ríos y lagos para pescar algo.