En la provincia castellano-leonesa de Burgos, enclavado en el Camino de Santiago, se encuentra uno de los pueblos más bonitos de España, se trata de Peñaranda de Duero, una villa medieval de reyes y grandes dinastías.
Peñaranda de Duero es tierra de nobles y del buen vino; fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1931 por su conjunto conformado por un imponente Castillo, el Palacio de Avellaneda y el pueblo, lleno de una rica arquitectura.
Esta villa medieval esconde diversos tesoros entre sus adoquines. Pese a que la ruta para recorrer Peñaranda de Duero es corta, su historia es muy significativa. En el siglo X le fue arrebatada a los musulmanes durante la reconquista y, posteriormente, se denominó Plaza Fuerte, la cual dependía en un principio de Clunia, provincia al sur de Burgos.
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Con el rey Alfonso XI la villa pasó a manos de la Casa de los Avellaneda, quienes tuvieron una gran influencia en el florecimiento cultural de Peñaranda de Duero y la convirtieron en un ducado, régimen que prevalece hasta la actualidad.
Este poblado se encuentra amparado por el Castillo medieval de los Avellaneda; se extiende al caserío en torno a la calle Real y la Plaza del Duque, donde se encuentra un rollo jurisdiccional de elegancia sin igual.
Peñaranda de Duero cuenta con varias casonas nobles y viviendas tradicionales de piedra y adobe, así como un casco urbano con restos de una muralla. En lo más alto del cerro, los vestigios del Castillo simulan una nave rota, anclada en tierra, que hace de este hermoso poblado uno de los más lindos de Burgos y España.
¿Qué conocer en Peñaranda de Duero?
Iglesia Excolegial de Santa Ana
Es un impresionante templo de una sola nave construido a mediados del siglo XVI a partir de los trazos de Gil de Hontañón. Cuenta con una portada barroca que aloja diversos bustos romanos llevado de Clunia.
Este imponente templo barroco, culminado en el siglo XVII, posee una entrada con escalones de mármol de Nápoles, en Italia, así como un majestuoso retablo neoclásico, obra de Ventura Rodríguez, mientras que en las diferentes capillas se pueden observar reliquias que los condes trajeron de todos sus viajes.
Palacio de Avellaneda
Fue un encargo de Francisco de Zúñiga y Avellaneda a Francisco de Colonia. Es una de las mansiones nobiliarias más importantes de la arquitectura española renacentista, fiel al reflejo del dominio señorial de los condes de Miranda, uno de los linajes castellanos más sobresalientes del siglo XVI.
Su portada, con escudo de los Zúñiga, se abre a la gran plaza que ostenta un elegante patio central, habitaciones finamente decoradas, así como un Salón de Embajadores, presidido por una chimenea de estucos, sobre la que se abre una tribuna cerrada con fina celosía donde se colocaban los músicos.
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Castillo y muralla
Corresponde a finales del siglo XIV y principios del XV; se edificó sobre el original del siglo X como fortaleza vigía cristiana en la Reconquista. Es uno de los mejor conservados de la provincia de Burgos y estuvo deshabitado por muchos años, luego se empleó como armería.
En la actualidad, es sede del Centro de Interpretación del Castillo y las tres plantas de la Torre del Homenaje brindan una impresionante vista de la villa y sus alrededores.
Casco Viejo
El pueblo es un encanto medieval, sus calles dejan entrever la antigüedad de sus casas, algunas blasonadas con balcones de madera que han visto el paso del tiempo. Entre la callejuelas se encuentra la Farmacia más antigua de España. Fue fundada en el siglo XVIII y alberga varias dependencias, con un laboratorio y un jardín de plantas medicinales.
Peñaranda de Duero también es tierra de vinos y cuenta con diferentes lugares que se especializan en la actividad vitivinícola, como El Palacete, El Refugio de Don Miguel, La Posada Ducal y La Calleja, donde además se puede disfrutar de una exquisita gastronomía y otras actividades relacionadas con esta bebida espirituosa.