Las pinturas rupestres en las cuevas de la Isla de Célebes, que tenían alrededor de 44 mil años de antigüedad, se están borrando por completo como respuesta al cambio climático.
Aunque la humanidad ya vive con los efectos del cambio climático, como el aumento de temperatura, nivel del mar, las prolongadas sequías, etc; otro efecto es la erosión, que está acabando con los vestigios de la prehistoria.
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Las pinturas rupestres, ‘eliminadas’ por el cambio climático
La Universidad de Griffith es la que se encuentra estudiando el efecto de esta ‘eliminación’, pero también para recuperar un poco de lo que queda en la zona sur de la isla de Célebes, también conocida como Sulawesi.
El aumento de las temperaturas globales también han afectado las pinturas rupestres. Julian Huntley, quien es líder de la investigación, trata de analizar y conservar la superficie de las cuevas de piedra caliza, que son los rastros de las evidencias más antiguas de la presencia humana en las islas de Asia y Oceanía.
Las pinturas se encuentran en una de las zonas de clima tropical,lo que ha mostrado mayor deterioro porque es la más azotada por los efectos del calentamiento global.
Por ahora, son 11 yacimientos arqueológicos de pinturas rupestres que están siendo afectados por los múltiples fenómenos como los monzones, la erosión y la formación de cristales de sal que afectan a las piedras.
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Esto se debe a la combinación de altas temperaturas y un gran número de días secos con la retención de las aguas de lluvias, que provocan los monzones.
«Me quedé conmocionada por la prevalencia de los cristales de sal destructivos y su química en los paneles de arte rupestre algunos de los que tienen más de 40 mil años», dijo Huntley.
Aunque intentan revertir o salvar las pinturas rupestres, el cambio climático sigue incrementando y este es solo otro efecto que ataca a la historia de la humanidad.