En el corazón de Utah, las cuevas de Nutty Putty guardan un oscuro secreto: la trágica historia de John Jones, un joven espeleólogo que perdió la vida en sus estrechos túneles.
Era el 24 de noviembre de 2009, cuando John Jones, de 26 años, se unió a su hermano Josh y a un grupo de amigos para explorar las cuevas de Nutty Putty, un lugar conocido por sus desafiantes pasajes.
John, un explorador experimentado, había visitado estas cuevas en el pasado y conocía los riesgos que implicaban.
El grupo se adentró en las profundidades de la tierra, decididos a conquistar los túneles más estrechos. Una hora después de ingresar, se separaron en el «Canal de Nacimiento», un pasaje que conduce a cuevas más pequeñas en forma de círculo.
John, buscando un mayor desafío, tomó un camino equivocado y se metió en un túnel extremadamente angosto. A medida que avanzaba, el espacio se reducía cada vez más, hasta que se encontró completamente atascado.
La lucha por la supervivencia
El pánico se apoderó de John mientras intentaba salir. La única opción que vio fue seguir adelante, esperando encontrar una salida. Sin embargo, sus pulmones se expandieron al respirar y quedó atrapado bajo presión.
Según The Salt Lake Tribune, su hermano Josh lo encontró, pero no pudo sacarlo. Se pidió ayuda a un equipo de rescate, que tardó más de una hora en llegar debido a la estrechez del túnel.
Durante 27 horas, los rescatistas intentaron todo lo posible para liberar a John. Usaron poleas, cortaron su ropa e incluso perforaron la pared. Sin embargo, el estado de John se deterioraba rápidamente, y se dice que su corazón no podía soportar la presión.
A pesar de los esfuerzos heroicos, se informó que John había quedado inconsciente. Hay quienes indican que ante esa situación, decidieron declararlo muerto.
Sus últimas palabras fueron una pregunta: «¿Está bien?”, en referencia a un rescatista que fue ligeramente herido al intentar rescatarlo. Cayeron rocas que tanto a él como a John lo golpearon.
Un legado de dolor y reflexión
La tragedia de John Jones nos recuerda los peligros de la espeleología y la importancia de la seguridad.
Su historia también destaca la valentía y sacrificio de los equipos de rescate que arriesgan sus propias vidas para salvar a otros.