En plena Sierra Tarahumara se encuentra el Pueblo Mágico Creel, a 260 kilómetros al suroeste de la ciudad de Chihuahua y a 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar. Podría parecer un pueblo pequeño, pero pocos sitios tienen la grandeza de ser la puerta de entrada a magnificentes portentos de la naturaleza como las Barrancas del Cobre.
Su riqueza se debe a sus paisajes naturales, a su tradición cultural y a su destacada arquitectura, además de su gente, por supuesto. Este pueblo es la antesala a inabarcables bosques, peñas, cuevas, lagos, ríos… Y lo mejor de todo: conserva las tradiciones de la cultura rarámuri.
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Conociendo Creel
Artesanías
En la antigua estación de ferrocarril se encuentra, desde 1998, el Museo o Casa de las Artesanías. Allí encontrarás piezas bellísimas de la cultura rarámuri: vasijas de barro, textiles, joyería y fotografías.
Además, en ese recinto se exhibe arte del mundo prehispánico, así como la medicina tradicional y ceremonia religiosas. También podrás admirar fotografías del francés Gerard Tournebize en la muestra Viaje al país de los tarahumaras (basada en el libro homónimo de Antonin Artaud, obra que lo inspiró).
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Plaza de Armas
Es una bella plaza en el centro de Creel. Te aconsejamos tomarte la ineludible foto en el kiosco; también verás un monumento en homenaje a Enrique Creel, fundador del Pueblo Mágico que lleva su nombre.
Alrededor de la plaza se encuentran la Parroquia de Cristo Rey —de estilo neogótico— y el templo de Nuestra Señora de Lourdes, construcciones jóvenes del siglo XX, pero no menos encantadoras.
Tren El Chepe
Subirse a este tren merece una crónica aparte. Pero para empezar, anímate a vivir el confort de observar la naturaleza en su máxima potencialidad desde este tren legendario. Sin lugar a dudas será un viaje inolvidable.
Podrás bajar en todos los destinos que quieras. Creel será el destino final que sale de Los Mochis, en Sinaloa, luego de recorrer 350 kilómetros.
Barrancas del Cobre
En lo más profundo de la Sierra Madre Occidental se encuentran 20 imponentes cañones que unen los dos estados del norte mexicano: Sinaloa y Chihuahua. Es considerado uno de los viajes más imponentes del planeta.
Estas barrancas son cuatro veces más grandes que las del Cañón Colorado, en Estados Unidos, además de que son más profundas y con una abundante vegetación. Es hogar de las comunidades originarias rarámuri. Un viaje imperdible.
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Valle de los Monjes
También en la Sierra Tarahumara podrás mirar unas enormes rocas puntiagudas que, al verlas con detenimiento, dan la sensación de ser unos monjes con su cogulla y capuchón.
Hay muchas leyendas al respecto: que son verdaderos monjes petrificados —la más difundida—; sin embargo, lo cierto es que estas piedras han estado allí por millones de años.
