Mineral de Pozos: Pueblo Mágico que se levanta entre ruinas 

Las fachadas arquitectónicas de este destino guanajuatense denotan el paso del tiempo, para ofrecer escenografías dignas de película

Mineral de Pozos
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Al caer la tarde el silencio se apodera de las calles de Mineral de Pozos; es inevitable sentir escalofrío recorrer todo el cuerpo. A falta de costumbre, la soledad del momento provoca angustia en primer término y ésta se transforma en miedo ante lo desconocido, para otorgar ese sabor fantasmagórico en plena luz del día.

Así es el Pueblo Mágico de Mineral de Pozos, de ambiente tranquilo y relajado entre sus habitantes, que después de su hora de comida acuden religiosamente al llamado de una merecida siesta. Aún así, algunos entes deambulan entre sus estrechas banquetas y caminos empedrados, otorgando una fotografía árida y melancólica entre arquitectura que muestra el tiempo transcurrido.

Ese estilo de fachadas añejas de color ocre que se mira en las casas y edificios, crean la atmósfera perfecta para rodar tu propia cinta, donde cuentes las historias que aquí se gestan entre silencio, tradición, cultura y aventura. No por nada, Mineral de Pozos se ha inmortalizado como escenario de varias películas como “Pedro Páramo”,  “Eréndira”, “Los Pendientes” y “Dos Crímenes”.

Una breve parada por su carrera cinematográfica para seguir este recorrido de fluir lento hacia su calle principal conocida como Ocampo, que conduce directo a la Plaza de los Mineros, que se mantiene en pausa hasta que llega de una de las celebraciones  más esperadas en Mineral de Pozos: el Festival Internacional del Mariachi, que se celebra en abril, solo que este año la emergencia sanitaria prolongó el hastío.

Los sonidos de Mineral de Pozos

Al caer el sol la magia es completamente distinta, tertulias en las casas de los amigos, restaurantes y hoteles se vibra. Los juegos de azar dominan las mesas de su única cantina conocida como Emiliano Bar, que a partir de los miércoles, en punto de las 16 horas, recibe a todos su parroquianos para llenar de vida a Mineral de Pozos.

Una de las esencias que caracterizan a este Pueblo Mágico de Guanajuato es la música, así es, aquí se concentran los mejores maestros artesanos que dan vida a instrumentos prehispánicos. Un ejemplo es la Casa del Venado Azul, que cuenta con piezas como el huehuetl, elaborado en madera de fresno y piel de vaca, que se decoran con símbolos de las culturas mesoamericanas.

Pero los sonidos se transforman al visitar las ruinas de Mineral de Pozos, donde el viento emite su propio canto acompañado de más naturaleza. Son vestigios que dan muestra de la existencia de haciendas dedicadas a la minería como la que aún yace en pie: la ex Hacienda de Santa Brígida, que se localiza a 20 minutos del centro.

Al explorar su vacío es inevitable acercarse hacia los grandes hornos en forma piramidal, construidos por los jesuitas en el siglo XVI; es aquí donde extraían oro y plata que alimentaba las arcas de la corona española, es uno de los sitios más visitados para conocer la historia minera que antecede al pueblo.

En definitiva, Mineral de Pozos es un recinto de ruinas que fascinan, entre ellas hay caminos laberínticos que se arropan por la flora local como cactus y magueyes. Cada una ofrece escenarios maravillosos cuando el sol del atardecer las baña con su rayos suaves, recorridos versátiles y llenos de aventura ofrecen.

Si se desea una exploración profunda de su vida pasada, el Centro Agroecológico Mina San Rafael invita a descender a pie a través de la mina Pirata, la cual tiene una profundidad de 70 metros. Mientras se adentra por escalinatas y cuerdas aún se pueden ver rocas con cuarzo.

En el Centro de Atención a Visitantes (CAV) es donde florece toda expresión artística que también caracteriza a Mineral de Pozos, aquí se exhiben muestras de pintura, escultura, arte popular y conciertos, claro, como su nombre lo dice, también brinda información turística. Además tiene locales donde comprar artesanías y souvenirs.