El Pueblo Mágico de Atlixco se localiza en la parte centro-oeste de Puebla, en las faldas volcán Popocatépetl, amo y protector de este singular destino pintoresco y afable.
También conocido como la ciudad de las flores, al nombre de Atlixco le antecede su origen azteca que significa “agua en el valle o en la superficie del suelo”.
Ese fluir de colores tan característico de Atlixco también cobran movimiento a través de sus danzas ancestrales que tienen como escenario al volcán.
Manifestación de folclor, religión y tradición se exhiben en las fiestas patronales de Atlixco, que recorren las calles de su zócalo ataviado con un estilo arabesco propio de su ex convento del Carmen, que data del siglo XV.
Su iglesia de la Merced (1680) es un viaje en tiempo al mostrar su colección pictórica o su capilla de la Tercera Orden, con un magnífico retablo barroco.
Atlixco entre tradiciones
Tapetes de flores se expanden por los caminos de Atlixco cada viernes santo, otro de los grandes atractivos que tiene el Pueblo Mágico. Son los engrillados quienes transitan entre estas obras de arte, durante la procesión del silencio.
Antes de la pandemia, por estas fechas el júbilo y la verbena se acompañaban de las danzas del Huey Atlixcayotl, para honran a Quetzalcóatl y Xochipilli, el dios de la música, las artes, el amor, la belleza y las flores.
Se acerca Navidad, con la esperanza de que casas, templos y calles principales se conviertan en la famosa Villa Iluminada, para mostrar otra cara igual de hermosa como cualquier época del año.
Si la emergencia sanitaria lo permite, preparemos un fin de semana para dejarnos embelesar por Atlixco, destino poblano, que aún tiene muchas curiosidades que disfrutar.