Al sur del estado de Zacatecas suenan la tambora, el son, el jarabe y el mariachi, todos al unísono para presumir que el Pueblo Mágico más sonoro de México es el bello Nochistlán de Mejía.
Su arte musical y sus diferentes expresiones son infaltables en el jardín Morelos desde 1850, aquellas que se escuchan constantemente y, que además, son imperdonables durante el transcurso de las fiestas patronales del lugar.
No es para menos, pues la música en Nochistlán de Mejía es una pieza fundamental para conocer parte de su historia.
Su riqueza se halla entre las melodías interpretadas por sus jaraberos, reconocidos como parte del inventario del Patrimonio Cultural de Zacatecas.
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Su presencia en la tierra de Nochistlán de Mejía cuenta con una aparición notable entre 1850 y 1950, desde entonces llenan el ambiente de folclor con sones, polcas, corridos y música de tambora.
Ya que seguimos por el jardín Morelos, te compartimos un dato curioso sobre una de las esculturas que ahí yacen.
Una se creó para recordar a quien se considera el primer defensor de los derechos indígenas: Francisco Tenamaxtle, quien protagonizó la Guerra del Mixtón, a mediados del siglo XVI, entre chichimecas y españoles.
Goza Nochistlán de Mejía
Para seguir alimentando tu curiosidad y tus ganas de vivir este viaje, te compartimos el significado de este Pueblo Mágico: Nochistlán quiere decir “lugar de tuna”, que hace referencia a los cerros que lo rodean, todos tapizados de nopaleras.
Y su segundo nombre es en honor al coronel Jesús de Mejía, quien en 1864 defendió el lugar de la intervención francesa.
Pero tenemos para ti otro dato superinteresante de Nochistlán de Mejía, pues resulta que antes de adoptar este nombre y pertenecer a tierra zacatecana, fue aquí donde se fundó por primera vez la ciudad de Guadalajara, exactamente en 1532, pero debido a la rebeldía de sus indígenas terminó por moverse hacia Jalisco.
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La presencia de la perla tapatía dejó como rastro en Nochistlán de Mejía una en verdad hermosa arquitectura colonial, labrada en cantera. Así podemos encontrar edificios como el Parián y su media centena de arcos que dan color a su hermoso Centro Histórico.
En tu recorrido no dejes de visitar por nada el templo de Nochistlán de Mejía, la Parroquia de San Francisco de Asís, edificada en el siglo XVII. Sus paredes están labradas en cantera y en su interior se pueden apreciar incomparables pisos de madera de mezquite.
Otra parada imperdible, sobre todo para las fotos de tus redes sociales —o para el álbum personal— son los llamados «Arcos«. Se trata del acueducto de Nochistlán de Mejía, que se construyó a finales del siglo XVII, por orden del gobierno de la entonces Nueva Galicia.
Si realizas un tour nocturno a lo largo y ancho de esta edificación sabrás que es muy gratificante, pues todas sus bóvedas se iluminan para dar una espectáculo de luces.
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Para cerrar con broche de oro la visita a Nochistlán de Mejía, no dejes de explorar el Cerro Tuiche por medio de una bicicleta de montaña o en vehículos 4 x 4, para que acudas al encuentro de los petrograbados que dejaron su primeros habitantes, la etnia caxcana.