Entre las maravillas que atesora el Pueblo Mágico de Mapimí, encontramos su pasado minero, el cual se narra a través de vestigios que recrean una atmósfera fantasmagórica. Un espacio suspendido en el tiempo, que da nombre al camino que permite arribar hasta su encuentro: el famoso Puente de Ojuela.
El destino se localiza a 15 minutos del mencionado municipio de Durango, pero antes de llegar hasta sus ruinas, hay que cruzar este puente colgante de 315 metros de largo, considerado el más grande de América Latina. Los cronistas y guías del lugar, aseguran que data del siglo XIX y que se construyó para el desarrollo minero de Ojuela.
Puente Colgante de Ojuela, recorridos por la mina Santa
— Turismo Durango (@TurismoDurango) March 16, 2016
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Sencillamente no es apto para cardiacos, ni mucho para los que sufren de vértigo, pero por supuesto es ideal para todos aquellos que gustan de emociones fuertes. Resulta que se encuentra a 100 metros de altura, así que es inevitable sentir cómo el cuerpo se eriza. No se puede dejar atrás el temor, nervios y derroche de adrenalina durante la travesía.
¿Cuánto mide la tirolesa de Puente de Ojuela?
Para vivir esta aventura lo más recomendable es contratar a guías especializados, quienes narran la historia de Ojuela, pueblo que tuvo su esplendor entre 1826 y 1928, gracias a la extracción de oro y plata, con más de 5 mil habitantes. Para conocer más sobre este pasado minero, su exploración llega hasta las entrañas de la tierra en su mina Santa Rita.
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La primer pareja que se lanzó de la tirolesa de el puente de Ojuela con traje de novios @JAReinosa @juancuit pic.twitter.com/FhRlkvRq2P
— Alonso Blanca's (@Alonso_Blancas) November 14, 2014
En su interior se halla un museo pequeño con antiguas herramientas de los mineros y una mula momificada. Pero aquí no concluye la aventura, porque aquellos de gustos extremos, pueden lanzarse desde la tirolesa a lo largo de 330 metros y a una altura de 120 metros, una experiencia memorable.
Para atravesar el gran Puente de Ojuela, hay que viajar 4 horas de camino desde la ciudad de Durango, hasta arribar al Pueblo Mágico de Mapimí, nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la Unesco, por pertenecer al Camino Real de Tierra Adentro, una de las rutas comerciales más importantes de todos los tiempos.