Ponte atenta o atento, porque quizá pronto escuches la palabra coliving. ¿Te imaginas servicios de hotelería, de hostel, con el esquema del apart (modalidad de alojamiento desarrollada a partir de 1960 que consiste en prestar al viajero un servicio de alojamiento en departamentos con algunos servicios de un hotel, como Airbnb), pero todo en una misma empresa? Pues precisamente esa es la tendencia de hospedaje en Europa.
Te preguntarás si no es precisamente lo que ofrece ya Airbnb, pero hay una diferencia central entre estos conceptos: los departamentos del coliving “están diseñados para el propósito de vivir en coliving, con espacios comunes para que toda la gente que esté en la misma situación se pueda integrar y compartir actividades”, de acuerdo con Laura Matta, Head of Marketing de Casa Campus, la única empresa operadora de coliving en Argentina.
Lee también Home office en 5 destinos mexicanos
Para no perdernos en las similitudes, es conveniente que definamos qué es coliving: un hospedaje más rentable que un hotel, con usuarios de múltiples demandas, de bajo riesgo y más dirigida al mercado residencial.
De nuevo te saltará la pregunta: ¿no existe eso ya? Como te indicábamos, los edificios de coliving están diseñados en especial para que grupos con intereses comunes (viajeros más flexibles, estudiantes, grupos o equipo de trabajo) los utilicen al mismo tiempo, con inmuebles funcionales y equipados expresamente (con la tecnología y los servicios necesarios) para que se puedan alquilar en forma temporal —los contratos suelen ser un poco más largos y no por noche—.
Ver esta publicación en Instagram
Stay alone, live together! #colive #colivestockholm #stockholm #coliving
¿Modelo adecuado a la nueva realidad?
De acuerdo con la revista Expansión, Airbnb llegó a agosto de 2019 a 4 millones de personas que se hospedaron de manera simultánea con su plataforma, en el mundo; de estos usuarios, la mayor parte tiene entre menos de 30 y un poco más de 40 años de edad, son ahorradores, hogareños, consumidores colaborativos, buscadores pragmáticos e interactivos de lo novedoso (según datos del periódico El Tiempo).
En este perfil encajan precisamente los usuarios del coliving: espacios de coworking (la cantidad depende del edificio), cocinas amplias para compartir comida, salas de estudio o de recreación también amplias, alberca, gimnasio, sala de relajamiento, jardín o terraza… Más amplio que un Airbnb, pero más íntimo que un hotel.
Lee también Staycation, el estilo de vacaciones que se adapta a la nueva realidad
La flexibilidad es otra de las características principales del coliving. Esta dirigido a personas con muy variados intereses y que no buscan un lugar fijo de residencia.
Pareciera un esquema interesante para empezar a equilibrar el egoísmo y el aislamiento involuntario al que nos ha sometido la actual situación mundial de pandemia. Aunque, claro, la convivencia con varias personas podría tener sus inconvenientes, sobre todo ante la pandemia por coronavirus. El tiempo dirá si esta tendencia prospera; pero es al menos interesante, ¿te animarías a probarla?
#NovedadesTurísticas 🌆✅Coliving: El nuevo concepto de alquiler
🏨La industria hotelera hace mucho tiempo que busca alternativas para reconvertirse y no perder ganancias en un mercado que cada vez se diversifica más#InfoturChubut #Argentina pic.twitter.com/eRBgGiRExu
— Infotur Chubut (@InfoturChubut) August 27, 2020