La leyenda del Charro Negro

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La leyenda del Charro negro se cuenta en muchos poblados y lugares rurales de la república mexicana , esta leyenda nos da valiosas lecciones acerca de la ambición, la codicia y sobre todo no caer en la desesperación.

Se cuenta que en los caminos y veredas, se escucha el fuerte galopar de un majestuoso caballo negro azabache con penetrantes ojos tan rojos como carbones encendidos.

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Lo más aterrador y fascinante es su jinete, un hombre alto e imponente que está vestido con el tradicional traje de charro, adornado de la más exquisita botonadura de plata fina, y sus espuelas de oro puro.

¿Cuáles son las otras versiones del Charro Negro?

Algunas  versiones apuntan a que que es el espíritu de un hombre que vendió su alma a cambio de riqueza y debe vagar para pagar sus culpas, pero la versión más famosa de la leyenda, es la que dice que el Charro Negro es el mismísimo diablo. 

 

El charro negro suele aparecerse a los campesinos con graves problemas económicos ofreciéndoles monedas de oro y la mágica solución a todos sus conflictos confundiendo más a los pobres hombres y que algunos debido a su honradez y su fe en Dios, rechazan la tentadora oferta haciendo que el espectro huya enojado, no sin antes lanzar una horripilante carcajada.

También se cuenta que el charro negro se aparece a los borrachos y mujeriegos y que les invita muy amablemente seguir la parranda; los «caballeros» que aceptan no se recuperan jamás del terrible susto o son encontrados sin vida.

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También hay quienes desesperados por su situación o que la codicia les nubla el sentido, invocan al diablo y este se les presenta como el imponente charro negro que les propone grandes riquezas a cambio de su alma.

La leyenda del charro negro es una de la más contada por las abuelas y que nos advierte que no hay que estar a deshoras en los caminos ni codiciar aún más de lo que se tiene pues en una de esas podremos escuchar un intenso galopar…