El papel picado ya es un ícono de la cultura mexicana y es que es impresionante que algo tan simple y cotidiano como lo es un pedazo de papel de color sea convertido en casi una pieza de arte. Te contamos más acerca de estas mágicas piezas.
El papel picado se originó en China hace miles de años, que después de varios años llegó a Europa donde se conocía como papel cortado, este llegó a nuestro país con la llegada de los conquistatores.
Ya en el siglo XIX cuando las haciendas eran parte importante en el desarrollo social y económico de México, los peones debían comprar sus provisiones en las tiendas de raya, en las cuales se vendía el papel de china, entonces como parte de sus pasatiempos los peones de las haciendas de Huixcolotla, Puebla, se encargaban de hacer hermosas obras de arte en papel de china. Algunos tuvieron gran destreza en tal actividad que lo que era parte de una distracción se convirtió en una tradición que se enseñó de generación en generación. Con el pasar de los años el papel picado se comenzó a distribuir en poblaciones aledañas como Tlaxcala, después llegó a la Ciudad de México y pronto se convertiría en la sensación de hoy en día.
El papel picado es una opción colorida, económica y muy mexicana para decorar celebraciones como bodas, bautizos, fiestas patronales, fiestas patrias y cualquier tipo de celebración y lugar. El papel picado también está presente en las celebraciones de Día de muertos, pues no debe faltar en los altares que año con año se les pone a los difuntos.
El papel picado ha roto fronteras y es considerado Patrimonio Cultural del estado de Puebla.