La vitamina C que viene principalmente de frutas como la naranja o el limón tienen múltiples beneficios para la salud. No obstante, ha corrido un rumor o mito alrededor de su eficacia para ciertas enfermedades, así como la influencia de factores como la temperatura o su preparación para conservar sus propiedades.
Desmentiremos algunos mitos y diremos algunas verdades sobre la conservación de las vitaminas en los cítricos para que sepas en qué casos puede ayudarte o incluso ser perjudicial, mientras que dejes de sentir que una naranja no te aporta nada si no te la bebes rapidísimo.
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MITO. La vitamina C se pierde cuando la consumimos horas después de extraerla de la fruta
Lo que sucede cuando han pasado horas o incluso días después de ser extraída de la fruta, es que la vitamina se oxida. Sin embargo, no está ni cerca de significar que ya no aporta nada a nuestro organismo.Se absorbe de manera ligeramente distinta (transportadores de glucosa) pero una vez que lo hemos hecho nuestro cuerpo la vuelve a transformar con una enzima en vitamina C (sin oxidar). No obstante, uno de los factores que sí pueden destruirla por completo es el calor, por lo que una vez oxidada y ser expuesta a altas temperaturas si puede llegar a dejar de perder todas sus propiedades.
MITO. Los cítricos no son buenos para la acidez estomacal
Regularmente no se recomienda tomar cítricos cuando se tiene complicaciones estomacales como úlceras de estómago. Y sí, los doctores no te han estado mintiendo. No obstante, la vitamina C forma parte de la medicina natural que puede prevenir llegar a esos extremos, pues entre sus beneficios se encuentra reducir la acidez estomacal.
VERDAD. Sí ayuda en tema de estética
Se ha comprobado que la vitamina C ayuda a reestructurar la piel y ayudar a la regeneración de colágeno, así como a fortalecer el pelo.
