Nos puede gustar o no como se ven las hojas secas en el asfalto, pero algo es innegable: son de suma importancia para completar el proceso de regeneración natural. Es por eso que una de las peores decisiones sobre su último paradero es en una bolsa de basura.
Sabemos que pueden llegar a tapar coladeras o alcantarillas cuando son en grandes cantidades, pero seamos honestos: no sólo se quita la cantidad necesaria para que circule el agua, se recogen en su totalidad con un afán de “limpieza”. Aún así, la solución al quitar todas las hojas del suelo, sería dejarlas en jardines, parques, plantas o incluso en las macetas de balcones o lugares exteriores.
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Su función es muy importante, ya que son hogar de muchos insectos que a la vez son alimento de animales como lagartijas o ranas. Además, ayuda a generar lluvia por medio de una bacteria llamada pseudomonas syringae. Esto ayuda a que en tiempos en los que la lluvia no es constante, la tierra pueda tomar el agua que necesita de dichas hojas. Además, en caso de que se instalen en macetas de casa, te ahorrará agua para regarlas.
Así es que lo último que debes crees es que las hojas secas son basura. De hecho, también se considera como una planta medicinal, que con molerla y aplicarla en heridas y sirve muy bien para crear poderosos abonos orgánicos que aporten a tu huerto o a tus plantas mucha materia orgánica fibrosa. Lo único que debes hacer es triturar las hojas, ponerlas en agua, dejarlas reposar por siete días y posteriormente aplicarlas en donde más se necesite.
