Aquellas mujeres que han dedicado su vida a preservar y compartir sus conocimientos ancestrales como sacerdotisas, parteras y curanderas en sus respectivas comunidades, ahora son acreedoras a un nuevo título: Tesoros Humanos Vivos.
Un reconocimiento otorgado por el gobierno de Oaxaca, a través de la Secretaría de las Culturas y las Artes del estado (Seculta), la intención es identificar y reconocer las prácticas culturales que dan identidad a estas mujeres y a sus pueblos, así como mantener vivo el conocimiento que guardan.
Este año, tres mujeres resultaron las ganadoras de la Convocatoria Tesoros Humanos Vivos, que fue lanzada por la Seculta, con el apoyo del Gobierno Federal, para resaltar y visibilizar ante la sociedad, la importancia que tienen como herederas de una sabiduría transmitida por sus madres, padres, abuelos y tradiciones.
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Nombradas como Tesoros Humanos Vivos
Precisamente por su jerarquía como sacerdotisa, Cristina Toribio Mateos ahora forma parte de Tesoros Humanos Vivos. A sus 88 años continúa ejerciendo este papel frente a su pueblo San Juan Cotzocón Mixe, que se localiza en la Sierra norte de Oaxaca.
A sus 80 años, la señora Estela Rojas Santiago también fue nombrada como Tesoros Humanos Vivos por su labor como curandera y partera en su natal Santa María Temaxcaltepec, una comunidad perteneciente a la región Costa.
Por último, Tesoros Humanos Vivos reconoce a María Quiroz García, quien ahora cuenta con 88 años, de los cuales, gran parte se ha dedicado a la salud y bienestar de su pueblo conocido como San Juan Colorado en Jamiltepec, que a su vez se ubica en la Costa, donde se desempeña como partera y curandera.
