Los verdaderos retos culinarios, para los paladares más exigentes, pueden ser platillos exóticos. Por éstos y por las delicias más sencillas, la gastronomía de México siempre será una de las más elogiadas en todo el mundo.
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Armadillo
El armadillo es uno de los platillos exóticos que se consumen en buena parte del sur de México —de Oaxaca a Chiapas—. Este animalito se puede sazonar con achiote, ajo y chiles; suele servirse con cilantro picado y totopos.
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Venado
Quienes lo han probado, aseguran que su carne es de las más deliciosas que hay, por eso es uno de los platillos exóticos más consumidos en el país. En Yucatán se prepara el Tzic, una especie de salpicón de carne de venado que se acompaña con cebolla morada.
Rata de campo
Así es, éste es uno de los platillos exóticos que se popularizaron gracias a la película Shrek, aunque la comunidad minera de Zacatecas la ha comido desde hace mucho tiempo. La rata de campo se cocina en un caldo con verduras cocidas y se acompaña con una buena salsa picosa.
Cocodrilo
La carne de cocodrilo también es bastante apreciada, especialmente en estados en los que habitan estos animales. Por lo general, se cocinan en salsa verde o a la plancha. Los valientes que la han probado dicen que su sabor es parecido al del pollo o al pescado. Tiene un alto valor nutricional.
Gusanos de maguey
Es uno de los platillos exóticos más representativos de México, por excelencia. Los gusanos de maguey son famosos por acompañar al mezcal, pero también pueden prepararse en salsas, comerse en tacos y de mil formas más.
