Los historiadores dicen que la Biblioteca Palafoxiana es considerada como la primera biblioteca pública de América, existente como tal en el Colegio de San Juan, en el corazón de la ciudad de Puebla.
Pero, ¿sabes cuándo comenzó a funcionar? De hecho su nombre se debe al obispo Palafox y Mendoza, quien donó cada uno de sus libros, un total de 5 mil volúmenes, para que los seminaristas de los colegios tridentinos pudieran hacer sus consultas y todo esto ocurrió un 5 de septiembre de 1646.
Así como pensó en la formación del clero, también lo hizo en la sociedad poblana, razón para dejar claramente establecido que cualquier persona podía tener un amplio conocimiento no sólo sobre dios y la Iglesia, sino de todo conocimiento que el hombre plasmara en papel.
A esta noble causa se sumó el obispo de Francisco Fabián y Fuero, quien en 1773 mandó a crear la nave principal de 43 metros de longitud de este espacio, para que la población pudiera disponer de la colección del obispo Palafox, así como la suya. Es así como construyó dos pisos de fina estantería de ayacahuite, coloyote y cedro.
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Maravillas de la Biblioteca Palafoxiana
Increíblemente, el acervo fue creciendo al sumar más donaciones, como la del también obispo Manuel Fernández de Santa Cruz y Francisco Pablo Vázquez, así como la incorporación de las bibliotecas de los colegios jesuitas; en la actualidad, cuenta con 45 mil 059 títulos que datan de los siglos XV hasta el XX.
Para 1981, este recinto cultural fue nombrado Monumento Histórico de México, debido a que representa un emblema del barroco novohispano. Pero no es el único reconocimiento que ha recibido a lo largo de su historia; gracias a su variedad y riqueza bibliográfica, en 2005 la UNESCO la nombró Memoria del Mundo.
La Biblioteca Palafoxiana es hoy en día Museo del Libro y continúa sus labores como Biblioteca Universal. Además, cuenta con una Sala Lúdica para difundir entre los niños las artes literarias.