Aunque no lo creas, la flor de maguey —también conocida como quiote o gualumbo— es comestible; con ésta se prepara una amplia diversidad de platillos de temporada, pues su cosecha se da precisamente durante la Cuaresma, así que aprovecha la ocasión para descubrir y disfrutar su sabor.
Esta delicia se ha convertido en un auténtico manjar, cuyas propiedades y formas de cocinarse son conocidas por varias comunidades originarias del país. Sin embargo, poco a poco se ha colocado en el menú de algunos restaurantes especializados en nuestra gastronomía.
Como lo indica su nombre, surge de la mismísima planta de maguey —metl, en náhuatl—, una de las grandes maravillas endémicas del territorio mexicano. De acuerdo con la especie, ofrece varios productos de consumo para el ser humano, como pulque, destilados, fibra, entre otros; también nos brinda la oportunidad de degustar su flor, con un gran valor nutricional.
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#TipFYJA La flor del maguey, llamada quiote, es una más de las flores comestibles usadas tradicionalmente en la cocina mexicana. pic.twitter.com/mdVrWpjlo8
— FYJA (@FYJAMX) October 1, 2017
Platillos con flor de maguey
Cuando el maguey se encuentra en plena maduración —la cual tarda entre siete y 15 años—, desde su centro o corazón nace la flor de maguey o quiote, que llega a medir hasta 10 metros de altura. Una vez que florece, la planta muere. Sus pétalos de color amarillo-verdoso miden aproximadamente 10 centímetros.
Debido a su sabor amargo, se recomienda quitar el tallo y el pistilo para dejar sólo el pétalo. Asimismo, se deben desflemar las flores hirviéndolas en agua y sal. Su preparación resulta ser uno de los ritos gastronómicos más antiguos y emblemáticos de México.
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Existen diversas formas de guisarlas, de acuerdo con la región: rellenas con queso, capeadas, a la mexicana, en salsa verde, con huauzontles o con huevo revuelto. Aunque el ingenio de las cocineras tradicionales y de los chefs siempre nos sorprende con una diversidad de platillos para consumir esta delicia.
Además, la flor de maguey tiene otros tantos usos; por ejemplo, en Hidalgo desprenden la piel de las hojas para preparar mixiotes, mientras que en el sureste utilizan su fibra para elaborar bellas artesanías.