Casa Naila se divisa entre arenas doradas y frente a las aguas azules del océano Pacífico. Su diseño es rústico y un tanto hippie, cualidades que la vuelven inolvidable. Obra del arquitecto Alfonso Quiñones, director de BAAQ’ Arquitectura, esta vivienda se halla en la comunidad de Puertecito, a escasos 20 kilómetros de Puerto Escondido, en Oaxaca.
En este destino podrás disfrutar la costa oaxaqueña mediante una combinación perfecta entre el entorno y esta residencia de playa edificada en 2019, con cuatro edificios independientes que forman un patio en forma de cruz.
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Equilibrio terroso de Casa Naila
Cada edificio de Casa Naila tiene su propio tamaño, pero todos combinan a la perfección con la naturaleza gracias a sus materiales y tonos terrosos, que se disfrazan de forma armónica con el paisaje rocoso de la costa oaxaqueña.
Las cuatro edificaciones cuentan con vista al pcéano Pacífico y están construidas con concreto, bastidores de madera y hueso de palma; su diseño está pensado para que la luz ingrese de forma natural y siempre se encuentren ventiladas y frescas. Su piso es de adobe y su estufa es de barro, para darle un toque único.
Casa Naila es ideal para desconectarse del mundo y comunicarse directamente con la naturaleza en un entorno de paz y tranquilidad, donde no hay televisión ni ajetreo ni bullicio. Por todas estas cualidades, en 2020 obtuvo el reconocimiento como la Casa Rural del Año, otorgado por el sitio web Dezeen, especializado en diseño y arquitectura.