Dentro de la gastronomía callejera de México es posible encontrar de todo un poco, desde tacos, sopes, gorditas, entre muchas otras delicias; sin embargo, en esta ocasión hablaremos de las tortas, ese manjar que llegó para quedarse y que desde su aparición se ha convertido en un infaltable para los mexicanos y uno que otro extranjero ha sucumbido ante su sabor.
¿Qué son las tortas?
De acuerdo con Laroussecocina, las tortas son una preparación mexicana elaborada a base de bolillo, telera o algún otro pan blanco abierto por la mitad, untado de mayonesa, crema o frijoles y rellenos de algún producto de origen animal y vegetales u otros ingredientes; su preparación es similar a la de un sándwich. En México han surgido diferentes variantes, como las tortas ahogadas, las guacamayas, tortas de tamal, tortas de chilaquiles y las cemitas.
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Tortas, el manjar callejero que conquista paladares
México no sería lo mismo sin su vasta y deliciosa gastronomía, llena de antojitos y ricos platillos. Las tortas tienen un sitio especial en el corazón de los mexicanos, principalmente de los chilangos, ya que no sólo son riquísimas, también son económicas y bastante llenadoras.
La simplicidad de este manjar callejero no compromete su sabor, ya que esta delicia es polifacética y sus variaciones son infinitas, el único límite es el cielo para su preparación. Las hay de nombres muy variados y productos diversos.
Sin embargo, existen creaciones que se han vuelto las preferidas de los mexicanos, entre ellas se encuentran las tortas de milanesa, de salchicha, de huevo, chorizo y principalmente la torta cubana, esa exquisitez que lleva de todo un poco y cuyo tamaño y sabor seduce a cualquiera.
En México, principalmente en la CDMX, es común encontrar un puesto de tortas en cada esquina, donde decenas de chilangos sacian su apetito, no por nada se ha convertido en parte de la cultura, historia e identidad de los mexicanos.
Origen
De acuerdo con el historiador Ricardo Candia Pacheco, hay quienes aseguran que su origen se da en Puebla previo a la invasión de Estados Unidos (1814-1848). Uno de los registros más antiguos sobre este antojito callejero se encuentra en una publicación de el periódico El Pájaro Verde, fechada el 8 de febrero de 1864, en el que se menciona la existencia de la «torta compuesta«.
Pero la versión más aceptada refiere a Armando Martínez Centurión, un hombre de la CDMX. El cual menciona el escritor guanajuatense Jorge Ibargúengoitia en «La torta de Armando y otras tecnologías«, en un artículo publicado por el periódico Excélsior en 1972 y versa así:
«La torta de Armando es una creación barroca en la que intervienen aproximadamente 25 elementos -entre los que se cuentan el filo del cuchillo y la habilidad del operar para rebanar la lechuga- en un orden riguroso. Si se altera el orden -por ejemplo, si se poner primero el chipotle y después el queso- o si la calidad de alguno de los elementos falla -que el aguacate sea pagua- lo que se come uno, en vez de ser torta compuesta, es un desastre».
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De acuerdo con familiares de don Armando, el hombre puso un puesto en el que vendía bolillos rellenos de lo que tenía, posteriormente añadía ingredientes como pierna, queso de puerco o sardinas. Este se encontraba en la calle Coliseo Viejo, hoy en día 16 de septiembre.
Sus clientes asiduos eran Agustín Lara, Francisco I. Madero, entre otras celebridades que no pudieron resistirse a su sabor. Actualmente, la tortería de don Armando se ubica en Avenida Reforma y Calle Humboldt 24, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Fama
Su fama creció como la espuma gracias a su sabor y simplicidad, al grado que National Geographic consideró a este majar como «uno de los grandes inventos del siglo XX«, pero la cosa no paró ahí, ya que se popularizó gracias a la televisión, donde el «Chavo 8» antojaba a más de uno con sus tortas de jamón.