El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presentó los restos del «Hombre de Bilbao», un importante descubrimiento arqueológico realizado en el desierto de Coahuila, México.
Según indicó Yuri de la Rosa, Arqueólogo del INAH, las dunas no suelen ser lugares funerarios, por lo que se han arrojado distintas hipótesis.
Una de ellas supone que los restos pueden pertenecer a un hombre nómada de alguna antigua tribu del desierto, quien pudo fallecer en el sitio.
De la Rosa agregó que se sabe que es un cazador-recolector de los grupos nómadas.
Se agregó que por sus características, el Hombre de Bilbao también podría ser contemporáneo de los restos encontrados en la Cueva de la Candelaria hace más de 70 años (estos tienen una antigüedad de entre 700 y 800 años).
Respecto a su sexo, el antropólogo Erick Morgan refirió que existen características en la pelvis y en el cráneo que permiten deducir que se trata de un joven adulto del sexo masculino.
Hombre de Bilbao: Detalles del descubrimiento
- Los restos fueron encontrados a orillas de la antigua laguna de Viesca, en las altas dunas de arena del desierto de Coahuila.
- El esqueleto pertenece a un individuo que caminó por el desierto hace aproximadamente entre 500 a 1,000 años.
- Los huesos fueron exhibidos en la biblioteca del Museo Regional de La Laguna (MUREL) en una conferencia de prensa del INAH.
- Este hallazgo ha llevado al descubrimiento de un nuevo sitio arqueológico de antiguos cazadores-recolectores en la región.
Importancia del hallazgo
- El «Hombre de Bilbao» proporciona valiosa información sobre la vida y costumbres de las poblaciones prehispánicas que habitaron el desierto de Coahuila.
- El descubrimiento ayudará a los arqueólogos a comprender mejor la adaptación de estas sociedades a un entorno desértico extremo.
- Además, el sitio arqueológico recién descubierto tiene el potencial de revelar más detalles sobre la historia y cultura de estas antiguas comunidades.
También, se hallaron fragmentos de cerámica y modelados de arcilla comunes en la región Lagunera, reconocida por diversas investigaciones y crónicas del siglo XVI como una zona de contacto e intercambio comercial de las culturas cazadoras-recolectoras con las de la sierra, las costeras y las que transitaban de Mesoamérica hacia Aridoamérica, explica De la Rosa Gutiérrez.