Acapulco fue durante años el refugio perfecto para artistas, políticos y demás personales de la élite mundial gracias a su belleza, es por eso que muchas celebridades eligieron este paradisíaco destino para edificar una de sus residencias, así es la «Casa de Tarzán«, que fuera morada del actor Johnny Weissmüller.
La «Casa de Tarzán» o «Casa Redonda» es la prueba fehaciente de la vida glamorosa y festiva que hicieron de Acapulco uno de los destinos más codiciados a nivel mundial. Perteneció al actor estadounidense que personificó al mítico «Tarzán«, Johnny Weissmüller.
El clima tropical, la vida nocturna y su singular belleza hicieron que Johnny Weissmüller quedara encantado con el Puerto de Acapulco y decidiera apropiarse del Hotel los Flamingos, donde dicen que brindaba impresionantes fiestas.
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Casa de Tarzán, donde la fiesta no terminaba
Weissmüller y el actor John Wayne adquirieron el Hotel los Falmingos y lo ampliaron con 36 habitaciones más que hicieron de este lugar el refugio ideal de la «Pandilla de Hollywood» durante e periodo de 1950 a 1984, que albergó distintas luminarias como Gary Grant, Fred McMurray, Red Skleton, Rex Allen, Bo Roos, Errol Flynn y Richard Widmark.
Aquí, la «Pandilla de Hollywood» realizaba memorables fiestas de todo el Puerto de Acapulco y quizá de México, ya que únicamente permitía el acceso a actores, políticos y demás personalidades de la élite mundial.
Ante el incesante ruido y la fiesta interminable, Weissmüller decidió construir una casa para él y su esposa dentro del complejo, lejos del bullicio y el constante escándalo. Esta fue hecha a gusto del actor y hacía referencia a cada una de las cintas que grabó, principalmente la de «Tarzán«.
Está diseñada como tipo choza, ya los nativos de África le dijeron que de esta forma los espíritus malignos no entrarían a su hogar. Al interior hay dos habitaciones con baño y una estancia. En la entrada se halla un árbol con el rostro de Cheetah, su fiel compañera en la saga de «Tarzán«. El mirador tiene forma da mandíbula de cocodrilo, simulando con piedras picadas los dientes del réptil.
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Weissmüller vivió aproximadamente 21 años en la «Casa de Tarzán«, a lado de su quinta y última esposa, Maria Brock Mandell Bauman, hasta que tuvo que cambiarse de residencia a playa Mimosa, ya que tenía severos ataques de enojo cada vez que lo visitaban.
Última voluntad de Weissmüller
Antes de morir, aparentemente el actor que dio vida a «Tarzán» le dijo a su esposa: «El día que yo muera no deseo regresar a Estados Unidos, porque Acapulco es mi paraíso». Días más tarde murió de un infarto y sus restos fueron sepultados en el panteón Valle de la Luz, a las orillas de Acapulco, donde se erigió un monumento en su honor por haber sido el principal promotor de este destino mexicano en Hollywood.
Tras su muerte, sus hijos vendieron la «Casa de Tarzán» y se convirtió en museo, aunque sigue brindando servicio de hotel para menos personas.