Para viajar de mochilero no se requiere una inmensa fortuna, sino ganas de lanzarse a la aventura y escaparse a cualquier pueblito o destino para pasar unos días alejado de la rutina.
Existen viajes ya bien organizados por agencias, pero también existen viajes llenos de pasión y emoción casi espontáneos y autónomos conocidos como «viajar de a mochilazo» o «mochilero«.
México cuenta con muchos bellos destinos a los que se puede acceder sin necesidad de recorrer grandes distancias o gastar los millones, mucho menos están acompañados de glamour o lujos. A continuación te presentamos algunos destinos que puedes visitar yéndote de mochilazo.
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Sayulita
Este destino se encuentra en la Riviera Nayarit, a 50 minutos de Puerto Vallarta y es el sitio perfecto para los mochileros, quienes se dan cita en sus playas para surfear, nadar, practicar snorkel, paddle board y sobre todo divertirse.
Es un sitio muy común para realizar caminatas bajo el Sol, conocer su Pueblo Mágico, recorrer sus jardines y admirar sus impresionantes atardeceres con tonos rojizos y naranjas.
También es idea para comer un rico platillo preparado con pescados y mariscos, y disfrutar de una rica cervecita a la orilla del mar. Pero si el plan va más enfocado a la aventura y al ecoturismo, existen opciones como liberar tortugas, escalar el cerro del Mono y con suerte ver ballenas jorobadas (entre diciembre y marzo).
Sayulita es el destino perfecto para descansar, obtener paz interior y olvidarse de la rutina. Pero no sin antes disfrutar de su vida nocturna y las múltiples opciones que existen para hacerlo.
Bacalar
La laguna de los siete colores es uno de los lugares que sí o sí se deben visitar al menos una vez en la vida, sobre todo para los amantes de la aventura económica que gustan de olvidarse del mundo por unos días.
Aquí se pueden practicar diversas actividades acuáticas a través de sus cenotes, ríos y lagunas, así como disfrutar de su hermoso paisaje natural y degustar sus ricos y variados platillos. Bacalar se presta perfectamente para la relajación y la conexión con la naturaleza.
En Quintana Roo existen muchas creencias y Bacalar no escapa de éstas; se dice que quienes toman agua de la laguna, se quedan a vivir ahí.
Guanajuato
El centro de Guanajuato es uno de los destinos predilectos para los mochileros, por ser considerada una de las ciudades más bellas de México. Su ambiente colonial y bohemio le da un toque especial a este lugar.
Nada como disfrutar de sus tradicionales callejoneadas, recorrer el Callejón del Beso, subir al mirador del Pípila, visitar el Teatro Juárez, la Universidad de Guanajuato, la Alhóndiga de Granaditas, así como sus emblemáticas momias y recorrer sus calles empedradas llenas de historia y tradición.
Su tranquilidad y pasividad se reflejan en la Plaza de la Paz, donde se puede escuchar música callejera mientras se recorren sus negocios o se disfruta de una rica nieve o una guajolota en las bancas del parque.
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El Popo y el Iztaccíhuatl
Los imponentes guardianes del Valle de México que se juraron amor eterno, son un atractivo para los mochileros que gozan del senderismo y las aventuras sin tanto presupuesto.
En el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl se puede practicar bicicleta de alta montaña, alpinismo y montar a caballo. Una vez caída la noche, se puede armar un campamento o rentar una cabaña para descansar y disfrutar las noches estrelladas.
San Miguel de Allende
Al igual que el centro Guanajuato, San Miguel de Allende es de los sitios predilectos para los turistas que viajan de mochileros, esto también se puede hacer en pareja y este Pueblo Mágico se presta perfectamente para hacerlo.
La arquitectura virreinal que cubre a esta ciudad enamora a propios y a extraños, sus plazas son perfectas para disfrutar una tranquila tarde soleada mientras se observa del trabajo de los artistas urbanos, quienes se dan cita en este sitio para explotar al máximo sus habilidades.
Ya entrada la noche, sus calles, callejones y plazas se llenan de enamorados, quienes aprovechan el entorno para acrecentar su amor y atesorar momentos inolvidables.
Teotihuacán
La ciudad prehispánica de Teotihuacán que guarda a las deidades más importantes de la cosmogonía mesoamericana, es la escapada perfecta para cargarse de energía y sanar el alma.
Este sitio histórico y cultural forma parte del patrimonio Cultural de la Humanidad, gracias a sus imponentes construcciones, tradiciones e historia que gira en torno a este mágico lugar.
Para tener una experiencia completa, es necesario subir las imponentes pirámides del Sol y la Luna, así como caminar a través de la Calzada de los Muertos y capturar una espectacular foto que quedará para el recuerdo.
Las Pozas de San Luis Potosí
Si se trata de aventura, naturaleza y fantasía, Las Pozas de Xilitla son el lugar perfecto para visitar y sumergirse en su espectacular Jardín Surrealista de Edward James, que está cargado de una energía y un misticismo únicos.
Cerca de ahí se encuentra Xilitla, un Pueblo Mágico lleno de tradiciones y riqueza histórica y natural —con cascadas, ríos y cenotes—. Su gastronomía es algo que no puede faltar, nada como unas enchiladas potosinas o el tradicional zacahuil, considerado el tamal más grande de México.
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San Cristóbal de las Casas
Este pintoresco Pueblo Mágico es ideal para la sanación del espíritu y el alma. San Cristóbal de las Casas se encuentra en los Altos de Chiapas y cuenta con calles repletas de color, bañadas de su enorme arraigo originario y con mucha historia.
Algunos de sus principales atractivos son la Catedral, La Plaza 31, la Calle Real de Guadalupe, el museo Na Bolom, el Mercado de Artesanías, la Avenida 20 de Noviembre y, por supuesto, la Iglesia del Cerrito.
Cerca de ahí se encuentra el imponente Cañón del Sumidero, donde podrás navegar entre sus aguas y disfrutar de sus paisajes y miradores.
Palenque
También se encuentra en Chiapas. Este pequeño pueblo se ha convertido en un imán de turistas mochileros gracias a sus famosas ruinas mayas, así como las asombrosas cascadas de Misol Ha, Agua Azul y Agua Clara.
Mazunte
En este paradisiaco lugar de Oaxaca la vida transcurre lentamente en sus largas playas de aguas cristalinas y calmadas.
La tortuga vive en este lugar gracias, en gran parte, al Centro Mexicano de la Tortuga, museo y organismo dedicado a la protección y preservación de este animal.
Sus bellezas naturales y majestuosos atardeceres se pueden disfrutar en Punta Cometa, para posteriormente disfrutar de su vida nocturna.
