Vetagrande, en Zacatecas, te recibe con un letrero de bienvenida que reza: “Una ventana al cielo zacatecano”. Este lugar, cuya altitud es de 2 mil 500 metros, bien sabe de la bóveda celeste, pero también de sus entrañas, bajo la tierra.
Este que hoy es un pueblo fantasma, siglos antes fue una gran población minera fundada por los españoles. Hoy ese pasado quedó “petrificado” en la maquinaria y en las estructuras de minería, que en conjunto dibujan un panorama mítico entre su pasado glorioso y la muerte de esa industria.
Precisamente los contrastes cromáticos de los paisajes zacatecanos: amarillos ocres de la tierra y los amplios tonos de azul del cielo, son la materia prima de Alberto Ordaz García, artista visual que hizo de Vetagrande su inspiración.
El artista de Vetagrande
Alberto Ordaz se interesó por el arte desde muy pequeño; proveniente de una familia de artesanos de Zacatecas, sus primeros maestros fueron alumnos directos de Manuel Felguérez, Pedro Coronel y Francisco Goytia, por mencionar algunos.
Ingresó a su primer taller de arte “La Segunda Escalera” a los 15 años de edad, luego siguió en el Taller “Julio Ruelas” y, en forma espontánea, se desempeñó como becario del centro-occidente del Taller de Gráfica del Centro de las Artes, en Guanajuato.
Participante de exposiciones y cursos de distintos ámbitos de las artes plásticas (estampas, fotografía, cerámica, etcétera), tanto en México como en otros países, ha experimentado con distintas técnicas de grabado: litografía, grabado en linóleo, en metal, en cobre, xilografía, colografía.
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Originario de la ciudad de Zacatecas, desde hace ocho años se estableció en Vetagrande, que se ubica a 20 minutos de la capital zacatecana. Aquí ha desarrollado una simbiosis vital que lo ha llevado a convertirse en promotor del arte a través de varias e interesantes iniciativas.
Con cine al aire libre, galerías, exposiciones temporales y diversos cursos en los que se enseñan diferentes técnicas artísticas, Alberto Ordaz es también un gran promotor del lugar que lo adoptó de manera natural: Vetagrande.
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Atractivo turístico naciente
Si bien su objetivo está relacionado con las artes, Alberto Ordaz, sin proponérselo, se ha convertido en un “atractivo turístico” de Vetagrande. Sobre todo con su Taller Vetagráfica, donde pasa la mayor parte de su tiempo trabajando.
Este taller es un verdadero imperdible de Vetagrande. Visitarlo significa conocer diferentes técnicas de grabado, aunque también es un lugar único que transporta a sus visitantes en el tiempo.
Y una vez visitadas y apreciadas las diversas exposiciones y galerías que el artista organiza a menudo, en este municipio de Zacatecas pueden recorrerse los nacimientos de agua y túneles, conocer el panteón del pueblo, caminar por el Centro e incluso, tomar un taller con Alberto Ordaz.