El Hotel Hacienda Jurica se encuentra en la ciudad de Querétaro y pertenece al Grupo Brisas. Es un bonito complejo que cuenta con una impresionante arquitectura colonial del siglo XVI, sus arcos y detalles de piedra volcánica en sus paredes le brindan un detalle único que hacen de este alojamiento el lugar perfecto para descansar y pasar grandes momentos.
Esta Hacienda conserva la arquitectura y el estilo colonial del siglo XVI, pero incorpora elementos de lujo y tecnología que demanda demanda la vida cotidiana. Además, los muros de la Hacienda Jurica no sólo resguardan historia y parte de la herencia del México colonial. También son la sede de leyendas y episodios históricos que le brindan un toque mágico.
Hacienda Jurica combina de forma perfecta y exquisita el descanso con el conocimiento. La capilla es un símbolo importante dentro de su edificación ya que durante la época colonial los dueños de las haciendas estaban obligados a evangelizar a las personas que se encontraban a su servicio.
El ejemplo de esto se encuentra en el lobby, donde se puede apreciar el Calvario de María o la Resurrección de Jesús, gracias a los cuadros que se encuentran ahí, mismos que conservan la belleza colonial de aquella época.
Te podría interesar: Conoce el Museo Pedro Coronel en Zacatecas un sitio para los amantes del arte
Otro de sus encantos son los acueductos que se encuentran en su interior, esos testigos silenciosos de la vida de aquella época, ya que estos eran esenciales para abastecer de agua a la construcción.
Así como la capilla y los acueductos, también puede presumir obras del artista plástico mexicano José Chávez Morado. Tallados en piedra como el zodiaco, la cruz y el árbol de la vida que se encuentra en uno de sus imponentes jardines.
La Hacienda Jurica cuenta con seis tipos de habitaciones para una cómoda y placentera estancia, llena de conforto y descanso.
La gastronomía es otro fuerte de este lugar ya que en el restaurante Los Hules se pueden degustar ricos platillos tradicionales de la región de Querétaro, así como comida internacional, acompañados de una suave música de piano y un ambiente romántico.
Bar Calandrias. Originalmente era el granero de la Hacienda pero con el tiempo se ha ido transformado hasta convertirse en el bar principal. Aquí sirven unos exquisitos cocteles bajo la luz de las estrellas.
Te podría interesar: Chimborazo, el volcán más cercano al Sol está en Ecuador
El Executive Lounge es un acogedor espacio enmarcado por las impresionantes vistas de los jardines de la hacienda que contrastan con los colores de paredes y pisos de piedra negra y maderas claras, donde se puede disfrutar de un rico desayuno continental, canapés y vinos de la casa.
Esta imponente hacienda también cuenta con un majestuoso y lujoso centro de convenciones, diseñado bajo una arquitectura contemporánea, donde se pueden realizar convenciones o banquetes con vista a uno de los jardines.
Además de un perfecto descanso, una gran historia y una exquisita comida, Hacienda Jurica brinda diferentes actividades como caminar a través de sus jardines para disfrutar de los sonidos de las avenes y fuentes del lugar. Así como de su bella alberca al aire libre que cuenta con cascada y snack bar para pasar un día perfecto.
Te podría interesar: Hoteles de México con habitaciones rodeadas de agua
El Spa es una de las actividades que no deben faltar, ya que a través de masajes y tratamientos transportan a sus visitantes a un lugar de plena serenidad y paz.
Para los amantes de la vida fit está el gimnasio, el cual está completamente equipado para mantenerse activo y ejercitar los músculos de buena forma. Siguiendo con el deporte y recreación, cuenta con dos canchas de tenis en perfectas condiciones para sudar la gota gorda.
Para los más pequeños del hogar existe un Club de Niños llamado Angelitos, donde los niños de 4 a 12 años podrán divertirse y hacer amigos bajo un ambiente seguro y recreativo.
Durante su visita no olviden realizar un paseo a caballo para explorar la propiedad, así como un paseo en carruaje tirado por caballos, digno de la época colonial, que valdrá todo el viaje.