Esta vez, te explicamos cómo puedes revivir momentos clave de la Independencia México en los hoteles históricos que se encuentran en los lugares más importantes del país.
Podrás viajar al pasado y recordar tus clases de historia de México al ver las antiguas construcciones de los hoteles históricos que evocan a la Independencia del país.
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Su esplendor radica en que fueron testigos de momentos clave de la lucha por la Independencia. Ahora te diremos cuáles son los mejores hoteles históricos que debes visitar en este mes patrio.
Hoteles históricos para dar el Grito de Independencia
1. Hotel de la Soledad, Morelia
Este es uno de los lugares más antiguos de la ciudad y donde te puedes hospedar, pues existe desde el siglo XVIII y desde antes de la Guerra de Independencia ya fungía como mesón aunque, por supuesto, en el transcurso de su historia pasó por varias épocas de abandono o cambio de dueños.
Podrás ver su estilo arquitectónico de 1735 en la planta baja y disfrutar de alguna de sus 40 habitaciones.
2. Hacienda Sepúlveda, Jalisco
Este bello recinto forma parte de la ruta Camino Real a Zacatecas, donde se supone que algunos insurgentes pasaron por esta propiedad o incluso fuera sede de reuniones previas a la Guerra de Independencia.
Las 26 habitaciones del hotel tienen una historia curiosa, que incluso se refleja en el nombre que recibe cada una.
Sin duda es uno de los hoteles históricos que ofrecen diversas actividades para celebrar la Independencia de México.
3. Casona de la China Poblana, Puebla
Así como lo lees, su nombre proviene desde el siglo XVII, donde se dice que vivió la famosísima “China Poblana”. Una leyenda cuenta que se trataba de la princesa Mirnha de la India, que fue raptada y traída por casualidad a la ciudad de Puebla, como resultado del tráfico de esclavos.
Este lugar cuenta con 10 suites temáticas y ninguna se parece al resto; mientras una es rústica, otra puede tener mobiliario francés.
4. Mansión Iturbe, Pátzcuaro, Michoacán
El hotel se remonta a 1540, donde se construyeron las primeras casas de las familias españolas.
Se trataba de edificaciones de adobe con un nivel y techos de viga. Entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, aquí se ubicó la residencia de José María Abarca y Monasterio, quien participó en la Conspiración de Valladolid.
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Este hermoso hotel cuenta con un restaurante especializado en cocina tradicional michoacana.
