La llegada de la enfermedad Covid-19 es probablemente un suceso que nadie quisiera celebrar. Ha provocado millones de muertes alrededor del mundo, una crisis económica reflejada en hambruna y desempleo, un sinfín de problemas mentales y un miedo constante ante la incertidumbre de las vacunas, su llegada y eficacia.
No obstante, también es un acontecimiento digno de conmemorar por las personas, como el doctor Li Wenliang, que han puesto todos sus esfuerzos por encontrar una salida a esta pandemia. Un 17 de noviembre de 2019 se registró el primer caso de coronavirus.
Un día como hoy pero hace un año empezó todo, aniversario del primer caso de covid 19 pic.twitter.com/UkHcFihFbn
— Diego (@Diego_vega10) November 17, 2020
El Covid-19 no «nació» en Wuhan
Aunque hay discrepancias entre el primer registro oficial de Covid-19 entre medios periodísticos chinos y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cronología de los sucesos apunta con mayor certeza al 17 de noviembre como el día del primer registro de un paciente con coronavirus. Se trató de un señor de 55 años, residente en la provincia de Hubei, en China.
Desde ese momento, comenzaron a registrarse por lo menos 5 casos diarios hasta pasar de las 20 personas el 20 de noviembre, 3 días después. Los primeros nueve fueron cuatro hombres y cinco mujeres, entre 39 y 79 años de edad.
Para ese momento, el doctor Li Wenliang advirtió que se trataba de un virus sumamente contagioso, después de descubrir que la paciente a la que atendió, contagió a toda su familia y también él terminó por infectarse.
No obstante, Wenliang, de sólo 34 años de edad, fue silenciado por la policía de Pekín y falleció meses después a causa del coronavirus.
No solo fueron silenciados, sino reprendidos. Y, cuando se pidió disculpas a Li Wenliang y fue declarado héroe, ya había muerto por una enfermedad que, según la Policía, no existía y de la que tenía que retractarse. Más allá de la política, ¿no le avergüenza tanta indignidad? pic.twitter.com/txQGA7bxok
— Pablo M. Díez (@PabloDiez_ABC) November 18, 2020
«La policía creía que este virus no había sido confirmado como SARS. De verdad creían que yo estaba difundiendo rumores. Me pidieron que reconociera que estaba equivocado. Yo sentí que estaba sufriendo una injusticia, pero tuve que aceptarlo. Evidentemente yo estaba actuando de buena voluntad. Me entristeció mucho ver a tanta gente perder a sus seres queridos», aseguró Li Wenliang en una entrevista para The New York Times una semana antes de fallecer.
Sin duda, la Covid-19 ha cambiado nuestra vida para siempre. Aún con la vacuna y el regreso a nuestras actividades.