De la dama de El Paraíso sólo conocíamos su cráneo y algunos huesos; pero hoy, 3 mil 700 años después de su muerte, ya tiene cara. Y es muy parecida a una mujer de la actualidad, de acuerdo con la arqueóloga Dayanna Carbonel, directora del proyecto de investigación de la zona arqueológica monumental El Paraíso.
Una innovadora técnica de reconstrucción permitió ver la faz de esta mujer de alto estatus del Antiguo Perú, concretamente El Paraíso, un complejo que contiene los primeros templos de Lima, de 4 mil años de antigüedad.
Precisamente en ese lugar en 2016 fue descubierta la dama de El Paraíso, cuyo busto que recrea el aspecto que tuvo hace casi cuatro milenios está expuesto en el Museo de Minerales Andrés Del Castillo, de Lima.
Este recinto financió la reconstrucción que tomó cerca de dos años, pero la espera valió la pena: cara alargada, pómulos sobresalientes, ojos pequeños, nariz prominente y boca estrecha, un busto fruto del perfecto trabajo conjunto entre ciencia y arte.
#EFETV | La "dama de El Paraíso" desvela su rostro, oculto por 3.700 años en #Perú.
— Aroguden (@Aroguden) December 22, 2020
Vía @EFEnoticiashttps://t.co/xHfWX1B0kM pic.twitter.com/b5pr7pCUiE
La dama de El Paraíso medía 1.50 metros y tenía entre 20 y 25 años en el momento de su muerte; esto se deriva del análisis antropométrico del cráneo que permitió determinar la anchura de la nariz y del maxilar inferior y superior, entre otras medidas.
Con esos datos duros, el artista plástico Teo Ugarte ayudó a Carbonel para recrear los músculos y los tejidos con arcilla y yeso hasta darle el aspecto final con fibra de vidrio.
Carbonel indicó que así se hizo una recreación exacta del cráneo, pues “la intención fue no exagerar en las facciones porque queríamos lograr el mayor parecido. Hay cierto margen de error porque nunca sabremos con exactitud el grosor de los labios, la longitud de la nariz o la forma de los orejas, pero nos hemos aproximado a ello”.
➡️Los 12 años del Museo de Minerales Andrés del Castillo [ESPECIAL] https://t.co/ve7t9mUKna
— Diario Perú21 (@peru21noticias) November 8, 2020
🙌🇵🇪 Recinto expone la riqueza mineral del Perú y es legado del empresario minero Guido del Castillo, que partió este año.
Por: Juan Calderón Baiocchi (@CalderonBJuan) pic.twitter.com/lpuuXTcKpX
La dama de El Paraíso tiene nombre
Pero la ahora famosa dama de El Paraíso no es la primera reconstrucción de una mujer que vivió en el territorio de la actual capital de Perú. Ya se habían hecho antes otras recreaciones del aspecto físico de la dama de Cao y la sacerdotisa de Chornancap; pero ninguna de las dos es tan antigua como la dama de El Paraíso, la cual es 2 mil años más antigua que las otras.
“Últimamente estamos descubriendo cada vez que las mujeres tenían un papel importante, asociado probablemente a actos rituales”, explicó Dayanna Carbonel.
No sólo en honor a la pareja de Adán, en el bíblico jardín del Edén, sino también por la australopiteca Lucy —la primera homínida de la que se tiene constancia que caminó erguida—, tras haber emergido de los vestigios de El Paraíso, los descubridores de esta dama la bautizaron como Eva Lucía.
Desde que el equipo de Carbonel realiza excavaciones arqueológicas en la zona, Eva Lucía fue además la primera de los 11 entierros prehispánicos que se han encontrado hasta ahora en El Paraíso.
La dama de El Paraíso, o Eva Lucía, es sin duda el más importante de los distintos fardos funerarios encontrados. Tan avanzados y certeros son las técnicas y métodos de estudios de sus restos, que han revelado a qué se dedicaba e incluso hasta lo que comía.
Te puede interesar 5 imperdibles de Perú: ¡atrévete a explorarlos!
Figura de relevancia
La dama de El Paraíso estaba acompañada de un valioso ajuar funerario cuando sus restos fueron hallados dentro de uno de los edificios cercanos al templo principal de El Paraíso, una pirámide trunca rodeada de cerros costeros cercanos a la ribera izquierda de la desembocadura del río Chillón.
Además, dato no menos importante, en su tumba, donde fue enterrada en posición fetal, se halló un tapete de junco y elementos valiosos para la sociedad que habitó El Paraíso, como una valva de conchas de abanico, piedras como el cuarzo y un mate que contenía cal.
La directora del proyecto de investigación señaló que “la relevancia de este hallazgo es que hablamos de una mujer que posiblemente tuvo una conexión simbólica importante en los ritos que se practicaban dentro de los edificios de El Paraíso”.
Te puede interesar Ruta por el Cambio Climático: nuevo producto turístico de Perú
Aunque el equipo liderado por Carbonel no ha podido determinar la causa de muerte de la dama de El Paraíso, “los restos nos han podido contar un poco más sobre su vida”.
Hace 3 mil 700 años ella era una tejedora —lo cual se supo por una patología ósea en el húmero de su antebrazo—, y a través de sus dientes se supo que su dieta se basaba en yuca (mandioca), calabaza, maíz y frijoles (habichuelas).
Otro dato importante: “también muestra signos de anemia, que es posible que se haya debido a una alimentación poco balanceada durante la infancia”, añadió Carbonel.
Investigaciones, en incertidumbre
El proyecto de esta zona arqueológica se reanudó en octubre y finalizará en febrero próximo, si el Ministerio de Cultura —que financia las investigaciones— no decide ampliarlas, esto luego de varios meses paralizadas por la pandemia de Covid-19.
Carbonel pone el acento en la importancia del lugar: “hay mucho todavía por excavar, descubrir y analizar. Apenas hemos podido descubrir una pequeña parte. Lo ideal es que estos proyectos de gran envergadura se mantengan y haya un presupuesto constante para esta labor”.
Pero este destacado escenario para la ciencia no es ajeno al entorno. El Paraíso, rodeado de una de las urbes más grandes de Latinoamérica, no está exento como otros sitios arqueológicos de Perú de eventuales invasiones propiciadas por traficantes de tierras, como en 2012, cuando se destruyó 80 % de uno de los edificios y 50% de otro fue “mutilado”.
“Esto puede volver a pasar», advirtió Carbonel, cuyo equipo descubrió un cactus alucinógeno de 4 mil años de antigüedad, una porra de piedra y un hueso tallado con un ave rapaz que conectaría a El Paraíso con Chavín de Huántar, el primer gran centro religioso del Antiguo Perú, enclavado en el corazón de los Andes.
Con información de EFE/Fernando Gimeno