Empecemos por decir que la suerte es algo en lo que muchos no creen, otros piensan que la vida no es cuestión de suerte sino que depende de las decisiones personales, pero existen otros que hacen todo tipo de rituales y cábalas para atraerla.
A continuación enlistamos algunos destinos que debes visitar para atraer la buena suerte o fortuna:
Estatua de San Juan Nepomuceno, en Praga
En la enigmática ciudad de Praga, en República Checa, existe una estatua dedicada a San Juan Nepomuceno, uno de los santos más venerados, en el famoso puente Carlos IV.
De esta estatua se desprenden diversos mitos y creencias: uno de éstos asegura que al tocar el perro que está sobre el relieve, debes pedir un deseo y se cumplirá, caso similar cuando tocas a la reina.
Otra: si tocas al sacerdote, volverás a Praga; y la última opción es tocar la cruz dorada y pedir un deseo, mismo que te será concedido en un plazo de un año y un día.
Según la historia, el mito de San Juan Nepomuceno comenzó en el siglo XIV con su nacimiento en Bohemia, lugar de donde era emperatriz Juana de Holanda, quien adoptaría a San Juan como su confesor.
Sin embargo, Wenceslao IV (esposo de Juana) nunca vio con buenos ojos que Nepomuceno fuera el confesor de su esposa, por eso al pedirle que le revelara los secretos de ella y al ver la negativa del sacerdote, lo mandó a encerrar y lo torturó.
Posteriormente, arrojó su cuerpo al río Moldava, donde se edificó su estatua. Según la leyenda, el río se tiñó de color púrpura y hubo un celestial resplandor.
Escarabajo de Karnak, en Egipto
El escarabajo pelotero (Scarabaeus sacer) es considerado símbolo del renacimiento en Egipto; según la mitología egipcia, Jepro (Khepri), dios solar del día, renacía todas las mañanas y recorría el cielo en forma de disco solar. Por ello, los egipcios asociaron a esa deidad con el escarabajo que empujaba su bola de estiércol, como si fuese el Sol surcando el horizonte.
Desde el Reino Medio, los funcionarios reales y faraones usaban joyas con forma de escarabajo (escarabeos), que eran usados como amuletos de poder que brindaban protección contra el mal.
El ritual dice que los visitantes deben dar tres vueltas alrededor de la estatua del escarabajo para tener buena suerte. Realizar siete vueltas atrae matrimonio para las personas que no se han casado; y dar nueve vueltas podría propiciar un embarazo en una mujer estéril.
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Porcellino de Florencia, en Italia
La Fontana del Porcellino es uno de los destinos de Florencia, en Italia, que todo viajero debe visitar; se trata de una estatua de bronce muy famosa por ser un amuleto de buena suerte.
El Porcellino es un jabalí que se ubica en la Plaza del Mercado Nuevo (vía Porta Rossa), cerca del Ponte Vecchio, obra realizada por el escultor Pietro Tacca en 1612.
La tradición popular dice que quien frote la nariz del Porcellino tendrá buena suerte. Pero eso no es todo; debe ponerse una moneda en el hocico del jabalí antes de tocar la nariz; si la moneda cae por debajo de la reja, atraerá la buena suerte, de lo contrario, no.
Cabe mencionar que debido al desgaste ocasionado por el roce de las personas, la estatua original fue trasladada al Museo Bardini en 1998, siendo reemplazada por la que hoy se encuentra en el Mercado Nuevo.
La sirenita de Copenhague, en Dinamarca
La estatua de la Sirenita (Den lille havfrue), inspirada en el cuento homónimo de Hans Christian Andersen, se encuentra en Copenhague, capital de Dinamarca, y es una de las atracciones más llamativas del lugar debido a que se cree que al tocarla, brinda buena suerte.
Esta estatua fue creada a comienzos del siglo XX por el escultor Edvard Eriksen, gracias al encargo de la familia Carl Jacobsen, propietarios de la famosa fábrica de cerveza Carlsberg.
Se dice que Eriksen quiso emplear a Ellen Price como modelo, una famosa bailarina del Teatro Real Danés de la época. Sin embargo, ante la negativa de la actriz a posar desnuda, el escultor usó a su propia esposa como modelo.
El toro de Wall Street, en Nueva York
El famoso toro de Wall Street es un símbolo del Mercado de Valores. Esta estatua es una creación del italiano Arturo Di Modica, quien realizó esta obra de bronce de más de 3 toneladas de peso, 3.4 metros de alto y 4.9 metros de largo.
Se dice que este imponente toro fue un regalo de Di Modica a la ciudad de Nueva York como muestra de agradecimiento, pues cuando arribó a Estados Unidos lo hizo sin un centavo.
La emblemática figura Charging Bull también es utilizada para rituales, pues se considera que atrae el dinero, por representar el poder financiero y fuerza de Nueva York.
Sin embargo, hay que hacer un ritual que no muchos se atreven a hacer: tocar los testículos del toro para atraer el dinero y la prosperidad.
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