El Coliseo de Roma o conocido en la antigüedad como Anfiteatro Flavio, es uno de los mayores atractivos de Roma. Cada año se dan cita cerca de 6 millones de personas para recorrer este histórico lugar.
La construcción del Coliseo de Roma comenzó en el año 72 bajo el régimen de Vespasiano y terminó en el año 80 durante el mandato de tito. Durante el imperio romano y bajo el lema «Pan et Circus», el Coliseo permitía a más de 50 mil personas disfrutar de sus espectáculos preferidos desde muestras de animales exóticos, ejecuciones de prisioneros y batallas de gladiadores.
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El Coliseo de Roma permaneció activo durante más de 500 años. Los últimos juegos de la historia fueron celebrados en el siglo VI. A partir de este siglo sufrió diversos saqueos, terremotos e incluso bombardeos durante la segunda Guerra Mundial.
Actualmente sigue conservando la mayor parte de su estructura; sin embargo, con el paso del tiempo ha tenido cierto deterioro, por lo que Dario Franceschini, ministro de cultura italiano, anunció el comienzo de las obras de reconstrucción de la arena del coliseo romano.
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«Se tratará de una estructura de alta tecnología, pero reversible y no invasiva: una gran intervención tecnológica que ofrecerá al visitante la oportunidad no solo de ver, como hoy, el subsuelo, sino de contemplar la belleza del Coliseo», explicó Franceschini, al tiempo que anunció la convocatoria para la licitación de las obras, que concluirán el 1 de febrero.
De acuerdo con el ministro, la nueva arena «permitirá restaurar la lectura integral del monumento y permitirá al público comprender plenamente el uso y función de este ícono del mundo antiguo, también a través de eventos culturales del más alto nivel».
