Kaikoura, el santuario mundial de las ballenas

Cientos de especies viven y conviven en este paraíso neozelandés.

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Kaikoura, el santuario mundial de las ballenas
Foto: Free-Photos/Pixabay

En esta temporada del año es común que las ballenas migren y se dejen ver a lo largo y ancho el Océano Pacífico para realizar su apareamiento. Sin embargo, en Kaikoura, es un poblado que cuenta con cientos de ballenas, orcas, lobos marinos, focas, delfines, pingüino, pardelas o albatros.

Kaikoura se deriva del idioma maorí, que significa comer cangrejo. Se encuentra al norte de Christchurch, Nueva Zelanda, en medio de los Alpes neozelandeses, la fosa marina de Hikurangi y el Océano Pacífico.

Kaikoura contó primero con un asentamiento de moas (enormes avestruces extintas), más tarde se dedicó a la industria ballenera y, actualmente se ocupan del respeto y conservación de animales. De ahí que fuera la primera localidad de Nueva Zelanda y segunda del mundo en obtener la certificación del programa de comunidades sostenibles Earthcheck.

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El encanto de Kaikoura reside en los mágicos e indescriptibles encuentros con mamíferos marinos: en las aguas costeras, abundan ballenas, lobos marinos y delfines que pueden verse los 365 días de año. Por lo que cada día hay diversos tours para disfrutar del avistamiento de ballenas, así como la colonia local de focas.

En 2016, un terremoto que según los expertos fue «el más raro del mundo» por la rotura de más de una decena de fallas independientes. La isla quedó desierta de tierra durante varias semanas, provocó el desprendimiento de brechas, levantó la costa varios metros y le dio un cambio radical.

Kaikoura se especializa en darle cobijo a las ballenas, esta actividad data de finales de los años 80 cuando un grupo de la tribu maorí Ngāti Kuri formó la primera compañía que se dedicaba a los tours en busca de ballenas. Anteriormente realizaban esta actividad en pequeños botes; hoy en día, enormes catamaranes equipados con motores que minimizan el ruido y micrófonos subacuáticos que captan el canto de las ballenas, son los encargados de transportar a los miles de turistas que se dan cita para admirar este espectáculo natural.

Pocas aguas como éstas son privilegiadas al contar con diversos tipos de ballenas durante todo el año. Aquí es común ver cachalotes macho pero también, según la temporada del año, se pueden observan ballenas jorobadas, orcas, ballena franca austral, ballena minke, ballena piloto de aletas largas, cachalote pigmeo, ballenas picudas, ballenas de aleta, ballena de sei, y por supuesto, las ballenas azules (las más grandes del planeta), y que en estos días es común verlas en Los Cabos.

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Las ballenas son el gran atractivo de Kaikoura, pero no el único. Los delfines negros son algo que no es muy común en el mundo y este pueblo neozelandés los tiene, además de los delfines endémicos Héctor, al delfín común y, en ocasiones, los delfines nariz de botella.

Todo este encanto se puede disfrutar de mejor manera en el Kaikoura Peninsula Walkway, paseo costero de aproximadamente cuatro horas de duración que inicia en Point Kean, donde se localiza la colonia de focas, así como una vieja estación ballenera que operaba en esta zona.

Para la comida, naca como la especialidad de la casa, cangrejos de río, estos pueden encontrarse en el menú de cualquier restaurante, así como la langosta.