Islandia es un país nórdico con impresionantes acantilados rocosos, como la Roca Elefante; este enorme paquidermo pétreo parece haber sido tallado por los mismos dioses.
La Roca Elefante se encuentra en la isla Heimaey, en la costa islandesa; lo que da el toque especial a este proboscidio que emerge del mar son las aparentes arrugas grabadas en el acantilado, mismas que simulan la textura rugosa de la piel, a las que se suma el musgo que recubre sus orejas.
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Estas formaciones se originaron tras el enfriamiento de la lava al contacto con el mar, luego que 1973 hiciera erupción el volcán Eldfell de forma abrupta, arrojando material incandescente en dirección a la bahía y enterrando a su paso la mitad de la ciudad, por lo que la población debió evacuar.
Con el paso del tiempo, el viento, el mar y la erosión han creado diversas grutas y formaciones con figuras amorfas y otras no tanto, como la Roca Elefante. Gracias a esta singular formación, Heimaey también es conocida como la Isla de los Elefantes.
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¿Cómo visitar la Roca Elefante?
Para llegar a Heimaey, primero hay que llegar a Islandia y de ahí trasladarse a la isla en ferry o avión. El ferry se puede abordar en Landeyjahöfn y el viaje dura 35 minutos.
Una vez en la isla, hay que dirigirse al noroeste, cerca del Club de Golf Westman; para hacerlo, hay que abordar un pequeño barco que incluye una parada en la Roca Elefante y transita por diversas calas e imponentes acantilados.