Con tecnología LIDAR, los arqueólogos descubrieron un espacio constructivo muy similar a la ciudadela de Teotihuacán, en la ciudad maya de Tikal, en Guatemala, una estructura de dimensiones más reducidas y que al parecer fue construida casi 80 años antes de que los teotihuacanos conquistaran a esta cultura, en el año 378 d.C.
El nuevo hallazgo -publicado en Science- sugiere que Teotihuacán pudo haber tenido un puesto de avanzada en Tikal como fruto de una alianza, para establecer conexiones diplomáticas y amistosas, que con el tiempo se rompieron, al grado de convertirse en enemigos, como lo aseguran los expertos.
Science, 8 de abril de 2021.
— Leonardo López Luján (@LeoLopezLujan) April 8, 2021
Lizzie Wade, «Possible ‘embassy’ in ancient Maya city illuminates the birth of an empire». Enhorabuena a nuestro amigo el arqueólogo guatemalteco Edwin Román por este hallazgo. ¿Una mini ciudadela teotihuacana en Tikal?
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Este descubrimiento se logró en 2018 con el amplio reconocimiento de la región de la ciudad maya, gracias a LIDAR, láseres emitidos desde aviones para mapear con alta precisión aquellos edificios antiguos que están ocultos bajo escenarios boscosos y selváticos.
Donde los mapas llegaron a indicar que había una simple colina en la parte sur de Tikal, esta tecnología reveló la existencia de un gran patio cerrado, que se bordea por edificios más pequeños donde sobresale una pirámide, la cual se alza en su lado este para formar parte de un barrio antiguo.
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La siguiente fase del proyecto consistirá en analizar laz piezas para determinar la relación entre los mayas y los teotihuacanes.@AGN_noticias
— Lucía Contreras (@LucyC_AGN) April 8, 2021
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¿Qué revelaron las excavaciones en Tikal?
Cuando las imágenes fueron analizadas por los arqueólogos, notaron que el diseño de dicho espacio parecía una versión reducida de la ciudadela de Teotihuacán, donde se alza la pirámide de la Serpiente Emplumada. Una teoría que se decidió comprobar al escarbar en el lugar registrado.
La tarea fue encabezada por el arqueólogo Edwin Román Ramírez, de la Fundación para el Patrimonio Cultural y Natural Maya (PACUNAM). El experto y su equipo lograron exhumar armas, fragmentos de incensarios para ceremonias religiosas y políticas, así como un entierro con ofrendas de estilo teotihuacano.
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Se cree que su construcción fue alrededor del año 300 d.C., casi 80 años antes de que Teotihuacán supuestamente invadiera Tikal, temporalidad que arroja el estudio de los tipos de cerámica localizados en dicho edificio.
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«No podemos decir con certeza que las personas que construyeron estos edificios procediesen de Teotihuacán. Pero ciertamente era gente que estaba muy familiarizada con su cultura y tradiciones», explica Ramírez.
Las investigaciones sobre el origen de estos individuos y su relación con Tikal contarán con un estudio isotópico de los huesos que se descubrieron en el entierro, una técnica que puede revelar dónde ha vivido una persona en diferentes momentos de su vida. Así que sólo resta esperar los resultados y la continuidad de otras excavaciones, que puedan revelar más información sobre esta relación.