Soldador de tinas: Un extinto y fascinante oficio

El soldador de tinas reparaba tina, cubetas, cacerolas, ollas y hasta bacinicas

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tinas y soldador de tinas
Pixabay / HomeMaker

Seguramente viste que alguien de tu familia, ya sea tu madre o abuela, tuviera una o varias tinas las cuales eran usadas en muchas tareas domésticas como lavar la ropa, lavar los platos, recolectar agua o incluso para el baño. Estas tinas tenían la peculiaridad de ser sumamente duraderas y resistentes, es por ello que había un personaje que desempeñaba un oficio muy particular: El soldador de tinas.

Este oficio fue muy importante para su época y que con el paso del tiempo desapareció, dejando tan solo el recuerdo.

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¿Qué hacía el soldador de tinas?

Las tinas económicas eran muy duraderas, pero también el tiempo y sobre todo el uso causaban estragos. El soldador, por una módica cantidad, era el encargado de soldar a base de cautín, estaño o plomo varios objetos de lámina galvanizada, especialmente tinas de baño pequeñas o grandes, cubetas, incluso tapar picaduras a los sartenes, ollas y cacerolas que se despostillaban, lo que causaba que el contenido se escurriera. El soldador de tinas reparaba hasta las bacinicas.

Al soldador de tinas se le podía observar recorriendo las calles sosteniendo algunos pedazos de lámina en una mano y un anafre o bracero, una mochila o morral colgado al hombro, en dónde llevaba sus herramientas. Iba de casa en casa chiflando o pregonando sus servicios. Este oficio podría considerarse como ecológico, pues ayudaba a reciclar, reusar y alargar la vida de los utensilios cotidianos, reduciendo el impacto ambiental.

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Hoy en día el oficio de soldador de tinas podría considerarse como extinto, pero en algunas calles o pueblos pequeños aún se le puede ver chiflando y recorriendo las avenidas para ofrecer sus servicios.