Aguas claras, oleaje tranquilo y estilo rústico, así es la Costa Esmeralda de Veracruz, el destino de playa más cercano a la CDMX que consta de cerca de 50 kilómetros de arenas que corren desde Nautla a Tecolutla.
Costa Esmeralda se encuentra alejada de las grandes ciudades y es el destino de playa idóneo para descansar, relajarse y experimentar paz y confort. Su nombre proviene del color entre verde y azul de sus aguas, mientras que sus playas son de arena fina con tonalidades que van del dorado al gris profundo.
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A lo largo de la costa existe una gran infraestructura hotelera que va desde la clase económica hasta hoteles cuatro estrellas, bungalós, lugares para acampar y trailer-packs, además de diversos establecimientos de comida donde se puede degustar manjares con mariscos y pescado.
También cuenta con una amplia gama de actividades acuáticas como kayak, velero y snorkel, entre otros, para la diversión y el esparcimiento.
Imperdibles de Costa Esmeralda
Las playas más recomendadas son: La Guadalupe, Ricardo Flores Magón, La Vigueta, Playa Oriente, Monte Gordo, Casitas y Maracaibo, por su arena fina y oleaje suave y tranquilo.
Otra parada imperdible es el poblado de Casitas, un maravilloso lugar para hospedarse y descubrir la extensa gastronomía de Veracruz, donde también se puede disfrutar un tour por los manglares para reconectarse con la naturaleza y, de paso, ver cocodrilos.
Tecolutla no puede faltar en el viaje, es uno de los destinos predilectos de los totonacas para pescar y llevar a cabo rituales en el mar. Aquí se puede practicar buceo, pesca, velero y lo más impresionante todo, liberar tortugas en el tortuguero Vida Milenaria.
Adentrarse en la cultura también es necesario, por ello el Museo Marino Comunitario, que se encuentra en el centro de Tecolutla, es la mejor opción para conocer más sobre la vida marina de la zona, por medio de las piezas que ahí se exhiben, entre los que se encuentra un pejelagarto disecado y una enorme anguila de 2.4 metros de largo.
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Visitar Costa Esmeralda sin probar el famoso Torito es como no haber ido; esta bebida es oriunda de Boca del Río y es una mezcla de aguardiente combinado con pulpa de fruta, como guanábana o coco, aunque el original es de cacahuate.
Su origen se deriva de aquellos trabajadores que laboraban 8 horas bajo el extenuante Sol y que para poder concluir sus tareas, bebían esta mezcla que los hacía sentir como «toros».
Ciénegas del Fuerte es otro destino que debe estar en tu lista de imperdibles. Es un tesoro natural protegido que cuenta con una belleza similar a la del Amazonas, gracias a su rica biodiversidad de flora y fauna.
Lagartos, nutrias, castores, comadrejas, tejones, armadillos, mapaches, víboras, patos, garzas, pichichis y otros más son la fauna que se puede apreciar en una extensión de manglar de poco más de 2 mil hectáreas.
