Puebla es uno de los estados con mayor tradición, cultura, historia y destinos por conocer; uno de ellos es el Cerro de San Miguel Atlixco, también conocido como Popocatica, donde se encuentra una capilla, la iglesia de San Miguel Arcángel.
El Cerro de San Miguel Atlixco se encuentra en el Pueblo Mágico de Atlixco, Puebla. En su cima se halla el templo dedicado a San Miguel Arcángel, desde cuyo patio se puede disfrutar de una de las mejores vistas del pueblo y de las regiones aledañas, así como del los gigantes dormidos, Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
El Cerro de San Miguel Atlixco se encuentra enclavado en el corazón del Pueblo Mágico, ubicación privilegiada que lo ha convertido en un imán de turistas y lugareños, que suben al cerro para hacer un poco de ejercicio, visitar el exconvento o admirar la panorámica.
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Cerro de San Miguel Atlixco, un lugar con mucha tradición
Los antiguos atlixquenses solían subir a este cerro para divertirse, realizar picnics o volar papalotes. Mientras que durante el mes de septiembre decenas de jóvenes subían al cerro desde las cinco de la mañana alumbrados de antorchas, para entrar a la capilla, escuchar misa y cantar durante una semana las mañanitas a San Miguel Arcángel.
Como toda montaña, el Cerro de San Miguel Atlixco ha sigo un testigo silencioso de la historia de este Pueblo Mágico, por lo que encierra energías, misterios y leyendas.
Durante el último domingo de septiembre, aquí se realiza la fiesta del «Huey Atlixcáyotl«, en la cual se reúnen diferentes regiones culturales de Puebla: mixtecos, mazatecos, criollos, totonacos, purépechas y popolocas y hacen rituales y danzas en el patio de la iglesia.
Leyenda del Cerro de San Miguel Atlixco
Según los lugareños, el diablo anda suelto durante la fiesta de San Miguel Arcángel, debido a que cada 29 de septiembre se realizaba una representación de la lucha de San Miguel en contra del Diablo.
Esta tradición constaba de colocar en la capilla una pequeña estatua del Diablo, hecha de madera y pintada en color negro; ésta era amarrada a un tubo, se colocaba contra la pared y se quedaba ahí durante toda la noche.
Lo curioso es, que a la mañana siguiente los monaguillos acudían a quitar el diablito de la pared, pero este amanecía con mensajes escritos en su espalda, en algunas ocasiones hasta oraciones de las personas que le pedían milagros.
Sin embargo, eso no era todo, ya que al parecer el día que se llevaba a cabo dicha representación, las personas del pueblo se tornaban más violentas, ya que se suscitaban diferentes riñas y robos en las calles del pueblo.
La violencia comenzó a crecer en Atlixco con el paso del tiempo, por lo que el sacerdote decidió encerrar la figura del diablo en el sótano de la iglesia, hasta que en 1985 ésta desapareció y no se volvió a saber de ella. Se dice que dicha estatua tenía más de 150 años antes de desaparecer.
Pero existe otra versión sobre la desaparición del diablito, y esta se la atribuyen a un comerciante de la región que un día se pasó de copas, sustrajo la estatua del diablo y la fue a vender a la Cantina del Peñón de Atlixco a cambio de unos tragos.
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Aventura por los aires
Para aquellos que no sienten vértigo ni le teman a las alturas, en la cima del Cerro de San Miguel Atlixco se halla un columpio que ha sido sumamente compartido en redes sociales, ya que desde aquí se pueden tomar increíbles fotografías. Se recomienda llegar muy temprano para poder subirse sin mayor contratiempo, ya que de lo contrario habrá que hacer fila.
¿Dónde se encuentra y cómo subir?
El Cerro de San Miguel Atlixco se ubica en Metztli 151, Ricardo Treviño, Atlixco, Puebla, 74250, México. Para llegar a él desde el Zócalo o cualquier otro punto céntrico, hay que ubicar la Avenida Hidalgo y caminar en sentido contrario a los autos, pasar la Calle 3 norte y en la 5 norte dar vuelta a la derecha y seguir recto.
Posteriormente, la calle se divide en 2 y hay que tomar Circunvalación Tláloc y continuar por esa calle hasta Xochipili, girar a la izquierda para tomar Circunvalación Xochiquetzal hasta la calle Chalchiutlicue, llegar a Circunvalación de Quetzalcóatl y seguir derecho hasta uno de los miradores.
