5 datos que no sabías de Mixcoac

Una de las colonias más bellas y antiguas de la CDMX esconde bastantes secretos

Por
Mariana Ramírez
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Mixcoac
Foto: México, Secreto, Guiado

Mixcoac es uno de los barrios más famosos e icónicos de la CDMX, en esta ocasión te presentamos algunas curiosidades que tal vez no sabías.

1. Significado de su nombre

Mixcoac proviene de la lengua náhuatl, en específico de las palabras mixtli, que significa «nube»; coatl, o «serpiente», y co, «en»; puede traducirse como «la serpiente de nubes», «serpiente en la nube» o «lugar de la nube de serpiente», y hace referencia a la Vía Láctea y al dios Mixcóatl.

2. Sede de la Castañeda

En 1910 se inauguró en Mixcoac el manicomio La Castañeda, con el cual se buscaba conmemorar el centenario de la Independencia de México.

Este hospital psiquiátrico fue inspirado en el manicomio de Charenton, en París. En La Castañeda se internaron enfermos mentales, así como sexoservidoras, y después de estallar la Revolución Mexicana, encerraron a distintos presos políticos.

El manicomio La Castañeda también albergó a personajes como Gregorio Goyo Cárdenas, el famoso asesino serial conocido como El estrangulador de Tacuba.

Cerró completamente en 1968 y en su lugar se edificaron distintos edificios multifamiliares conocidos como las Torres de Mixcoac.

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3. Lugar de veraneo

Debido a su cercanía con lugares como Tacubaya, San Ángel y Coyoacán, durante el siglo XIX muchas familias acaudaladas construyeron bellas casas en este barrio que eran utilizadas para pasar el verano y vacaciones —algunas todavía se conservan—.

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4. La Fuente

Durante el siglo XIX, en la Plaza Cádiz, fue construida una hermosa fuente con un notable y bello estilo art déco, la cual sufrió el deterioro de los años, pero recientemente fue restaurada y hoy luce hermosa.

5. El callejón del diablo

En el corazón de Mixcoac hay una estrecha calle con paredes naranjas; mucha gente prefiere no pasar por ésta, porque se cuentan infinidad de leyendas sobre que allí se escuchan voces, se ven sombras e incluso que se ha visto al mismísimo diablo merodear.

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