Varias de estas joyas del arte prehispánico están refugiadas por el Museo de Murales Beatriz de la Fuente, dentro de la zona arqueológica de Teotihuacán, que alberga más de 50 paredes de complejos residenciales milenarios, junto con varios artefactos recuperados en templos y palacios del sitio.
Este recinto cultural lleva el nombre de una mexicana extraordinaria, en homenaje a su trabajo como historiadora del arte. Se divide en nueve salas principales, cada una con su propio enfoque temático, donde se hace una interpretación del espacio y el tiempo de la ciudad:
Integración plástica; El Tiempo. Orientación urbana y Pintura Mural; El juego de pelota y el inicio del tiempo; Los temas en los Murales Prehispánicos; Fases Técnicas; Reproducción del Pórtico 25 de Tetitla; Ideología y religión; El conjunto del Sol. Zona 5-A y Sala informativa, Beatriz de la Fuente.
De esta manera el espectador se sensibiliza con la fusión de lo real y lo fantástico, elementos que se perciben en estas piezas; como el caso del felino que porta un tocado de plumas mientras muestra su lengua bifurcada y qué decir de los pájaros de extrema belleza, de cuyos picos brota agua.
Te puede interesar: Teotihuacán reabrirá sus puertas el 24 de febrero
Aprecia esta pintura mural que muestra un jaguar con el cuerpo reticulado en el Museo de Murales Teotihuacanos “Beatriz de la Fuente”, de la #ZonaArqueológica de Teotihuacan. pic.twitter.com/4c6LPaZRmb
— INAHmx (@INAHmx) January 27, 2018
El rostro poco explorado en Teotihuacán
Uno de los temas recurrentes entre los pasillos y salas del museo está estrechamente relacionado con la observación astronómica, un claro ejemplo es el pequeño monolito que utilizaban los teotihuacanos, para dar seguimiento del tiempo y los solsticios, de acuerdo con las creencias de los investigadores.
Entre los objetos que también se pueden descubrir durante su recorrido son: fémur humano, dos frascos de cerámica, 18 hojas de obsidiana, todo se encontró al interior de una caverna que también tenía uso para la observación astronómica.
Te puede interesar: Ven al restaurante La Gruta Teotihuacán y vive la magia del México prehispánico
#MediatecaINAH 🔎
— INAHmx (@INAHmx) November 14, 2020
Vasija trípode con la imagen de un felino, procedente de Teotihuacan, Estado de México (Periodo Clásico). Actualmente se encuentra bajo resguardo del Museo de Murales Teotihuacanos, Beatriz de la Fuente.
Conoce sus detalles 👉 https://t.co/1sXzNqErQD pic.twitter.com/MMHjN1JK1l
Gracias a las conclusiones de los especialistas se sabe que los murales se coloreaban con la mezcla de piedras semipreciosas y tierra. Es decir, de la hematita se obtenía un rojo brillante, el verde esmeralda era resultado de la malaquita, mientras que el azul se produjo de la azurita.
Al interior del museo se revelan las distintas disciplinas del arte de esta cultura, así como los aspectos fundamentales del muralismo de Teotihuacán: método de escritura (sin descifrar en su totalidad); evolución del artista y sus técnicas; así como la relación con la ideología y la religión dentro de un contexto que tiene por lo menos mil 500 años de antigüedad.