El cabuche es un exquisito fruto del desierto descubierto por los huicholes del pueblo minero de Real de Catorce, en San Luis Potosí, y que únicamente se puede disfrutar dos veces por año.
De acuerdo con Larousse Cocina, el cabuche es un botón floral comestible de la biznaga, que mide 2.5 centímetros y se recolecta durante marzo y abril en los estados de San Luis Potosí, Coahuila, Zacatecas, Durango, Tamaulipas y Nuevo León.
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Las bondades del cabuche
Desde tiempos ancestrales, el cabuche fue empleado por los pueblos originarios como alimento; se puede comer cocido, al natural o en ensalada. También son preparados en tortitas, en conserva o escabeche y su sabor es similar al del palmito.
Es común encontrarlo en frescas ensaladas de lechuga, jitomate y aguacate, que ocasionalmente suelen acompañarse con pescado o carnes rojas. Esta delicia desértica suele aparecer en diversos platillos como sopas y guisos, entre otros.
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Este fruto se cosecha al comienzo de la primavera, pues su recolección bajo el extenuante calor del desierto implica una tarea compleja a la que no cualquiera se atreve.
Este alimento también está ligado a la religión y la Cuaresma; su recolección se asemeja a los intensos 40 días que Jesús pasó en el desierto. Otra temporada perfecta para comer cabuche es octubre, porque se celebra la fiesta patronal de Real de Catorce.
La biznaga del cabuche es una planta de clima seco, capaz de sobrevivir a las altas temperaturas y a la escasez de agua; puede sobrevivir silenciosamente hasta por 150 años.