El Metro de la CDMX no sólo es uno de los principales transportes de la capital, que a diario transporta a cientos chilangos, también esconde decenas de historias y leyendas, una de ellas es la de Rosarito, mejor conocida como la niña caníbal de Tacubaya.
Así como la historia de Rosarito, el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la CDMX ha presenciado infinidad de historias y sus pasillos y vagones han sido testigos de rupturas, pleitos, accidentes, asaltos, entre muchas otras cosas que pasan a diario dentro de sus instalaciones, por lo que podría decirse que es alma de la capital.
Algunas historias son lindas y tiernas, pero también existen algunas otras que han permanecido en secreto por considerarse aterradoras y perturbadoras, tal es el caso de Rosarito, mejor conocida como la niña caníbal. A continuación te contamos más.
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Rosarito, la niña caníbal
De acuerdo con algunos sitios de internet y la revista Insolente, la espeluznante historia de la niña caníbal del metro Tacubaya comenzó el 7 de septiembre de 1972, cuando diversos medios de circulación nacional anunciaron en sus portadas la desaparición de Rosarito Sánchez Sierra, una mejor de 8 años que se extravió en la estación Tacubaya tras soltar la mano de su madre y perderse entre la multitud.
La madre buscó y buscó, pero Rosarito no apareció, hasta que comenzaron a suceder cosas muy extrañas en las inmediaciones del metro Tacubaya; donde aparecían cuerpos mutilados. ¿De quiénes eran los cuerpos mutilados? Es un misterio; sin embargo, de acuerdo con algunos reportes policíacos, tres testigos aseguraron haber visto a una niña mordiendo el cuerpo de un indigente, pero nadie pensó que se trataba de aquella niña que se extravió el 7 de septiembre.
De acuerdo con el acta 07-20790 del Ministerio Público, la menor (Rosarito) se refugió en la oscuridad de los túneles del metro Tacubaya, donde aprendió a sobrevivir y moverse entre penumbras; sin embargo, el lúgubre entorno, su soledad y el hambre comenzaron a nublar su mente y en su instinto de supervivencia tuvo que saciar su apetito con los indigentes que se refugiaban en los túneles del metro.
En una escalofriante reconstrucción de los hechos, la niña caníbal narra con toda tranquilidad y frialdad cómo tras quedar atrapada en el interior del Metro y con el hambre haciendo estragos, encontró a un vagabundo muerto por una caída y al ver que las ratas mordían el cuerpo de aquel hombre, la niña aprovechó, desprendió el pie y comenzó a comérselo, fue así como sobrevivió durante casi 3 semanas.
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Declaratoria
«La víctima reportada por la policía Judicial presentaba mutilación y desprendimiento total del tobillo izquierdo. De acuerdo con la declaración de la niña Rosario Sánchez Sierra que con toda tranquilidad narró a los uniformados, ella se quedó atrapada al interior del metro, después de permanecer varias horas escondidas al interior de uno de los túneles, donde huyó tratando de vitar a la gente, a quienes creía culpables de que su madre la extraviara. Siendo bastante noche encontró en el miso túnel a una vagabundo quien habiendo destapado una alcantarilla se infiltró en las instalaciones del Metro para pasar la noche, pero quien al calcular erróneamente la altura se fracturó gravemente el tobillo izquierdo. La víctima murió a consecuencia de sus heridas y de la falta de atención médica, y al mirar que las ratas mordisqueaban la carne fresca, la niña extrajo el pie del vagabundo que ya estaba escasamente unido al cuerpo debido a la fractura y a la intervención de los roedores».
Rescate
En primera instancia, los cuerpos policíacos sospecharon de alguna jauría de perros salvajes, pero nunca de una pequeña de 8 años, hasta que el 22 de septiembre en las inmediaciones del metro Tacubaya, Rosarito fue rescatada sin pisar la cárcel, debido el evento traumático que vivió ella y su familia, desafortunadamente pasó toda su vida recluida al interior del Instituto de Investigación Psiquiátrica, hasta que murió en 2010 al interior del inmueble.