El anafre ha existido desde tiempos inmemoriales (La Conquista) y seguramente todos alguna vez hemos probado alguna comida preparada o calentada en este famoso utensilio de cocina que le aporta un sabor único y agradable a los alimentos, aunque su uso es dañino para la salud.
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¿Qué es el anafre?
De acuerdo con Larousse Cocina, el anafre es un hornillo o infiernillo portátil que hace la función de los quemadores de una estufa. Generalmente se alimenta de carbón o leña. Sobre éste se pueden colocar parrillas para asar carne, un comal para calentar tortillas o tostar cualquier grano.
Este hornillo está hecho de una sola pieza, los hay de cerámica, barro o metal. También, pueden tener una división intermedia para colocar carbón o leña. La parte inferior se conoce como cenicero y cuentan con una abertura para oxigenar la combustión del carbón o leña y así permitir que las brazas se inflamen. La parte superior es en forma de canales y orificios para que el aire avive el fuego y el calor se transmita a los recipientes que se colocan.
Historia y significado
El origen de la palabra anafre deriva del árabe annáfih (un soplador). Entre los muchos utensilios que México adoptó a partir de La Conquista se encuentra el anafre. De acuerdo con algunas fuentes, los anafres tienen su origen en Al Ándalus, donde se empleaban para realizar una gran variedad de guisos. También se cree que es una herencia del pueblo judío sefardí, quienes lo usaban para cocinar el shabbat.
¿Cómo se usa?
Además de servir para calentar alimentos, durante muchos años el anafre fue utilizado como calefacción para calentar los hogares mexicanos; sin embargo, su uso no se recomienda en interiores debido a que pueden causar intoxicaciones mortales gracias el monóxido de carbono, sin mencionar los innumerables percances que puede ocasionar.
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Es por eso que su uso ha sido confinado para exteriores. La forma correcta de utilizarlo es con carbón seco. También se le puede poner una vara de ocote para que encienda de forma rápida. Mientras va encendiendo, la persona debe soplar ligeramente en la parte inferior hasta que las brazas se inflamen gracias a la combustión.
Actualmente todavía se pueden ver anafres en diversos rincones de México, ya sea calentando ollas de tamales, esquite, elotes o para preparar quesadillas en los puestos ambulantes de la CDMX, incluso los hay en tamaño pequeño para quemar sustancias aromáticas como el copal.