La leyenda del Curro: Busca a quién entregar su fortuna enterrada en Chihuahua

Descubre cómo surgió la historia de este personaje, quien dicen, intensifica el frío durante el invierno en este destino del estado.

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Curro
Foto: Vasilev Evgenii/Shutterstock.com

Hay quien describe a Santa Eulalia como un verdadero pueblo fantasma en Chihuahua, no solo por el carisma desolado que luce, sino también por la famosa leyenda del Curro, que crea un halo de misticismo en los alrededores de esta comunidad, que alguna vez gozó de riqueza y abundancia, gracias a la actividad minera

Su gente asegura que las noches de invierno se intensifican, cuando las calles son invadidas por una presencia, misma que provoca veladas aún más oscuras y frías. Se dice que es el alma de un hombre vestido a la usanza de la época virreinal, pero no todos coinciden, pues otros afirman que se trata de un charro, por los pantalones, espuelas y sombrero que porta.  

Para los habitantes de Santa Eulalia, se trata del Curro, una entidad que cuenta con toda una leyenda propia creada en esta localidad, donde cientos, quizá miles de personas afirmar que alguna vez en su vida lo han visto deambular por cada esquina del pueblo, hecho que ha provocado infartos, o que borracheras desaparezcan en segundos. 

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¿Por qué se aparece el Curro?

La historia del Curro comenzó cuando este lugar tuvo su auge minero y bonanza económica en 1735. En aquel año un individuo de origen español -cuyo nombre se perdió entre la bruma del tiempo transcurrido-, logró hacer una inmensa fortuna al descubrir una mina de plata, que deseaba infinitamente compartir con su familia que se encontraba en el país ibérico.

Así que tramitó todo lo necesario para emprender un viaje hacia la Madre Patria. Era tanta su ilusión y emoción, que no paraba de hablar de la travesía que estaría por realizar, para reencontrarse con sus seres amados, a quienes no veía desde que dejó su nación de origen, para probar suerte en el nuevo continente.  

Se cuenta que antes de partir, dejó toda su fortuna enterrada en algún punto de Santa Eulalia, seguramente en el tiro de una mina se halla su oro, pues jamás regresó, debido a un ataque de piratas que le quitaron la vida. Solo su espíritu es el que se hace presente en las noches invernales, a quien le han apodado como el Curro.

Los lugareños afirman que el Curro se parece, porque tiene toda la intención de señalar dónde está escondida su fortuna, pero aún no encuentra a la persona indicada para revelar su gran secreto, porque no ve bondad, empatía y actitud, para utilizar su riqueza en recuperar la grandeza que alguna vez disfrutó este pueblo.  

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